viernes, 13 de junio de 2008

La Consentida- continuación 2

Con o sin religión.
"Todo es posible para el que cree". Marcos 9:23

Consideremos algunas de las concepciones de cómo el ser humano puede tener paz interior o estar en un estadio de dicha y armonía.
Tanto la religión católica como las denominaciones protestantes basan su doctrina en Jesucristo, el hijo de Dios hecho carne que, vino a salvarnos con el sacrificio de su propia vida. La esencia de las enseñanzas de Jesús se pueden resumir en dos conceptos de donde parte todo el bien de la humanidad: Amar a tu prójimo como a ti mismo y la fé.

Si se analizan estas dos cuestiones se puede decir que, cuando eres capaz de amar a tu prójimo como a ti mismo estas irradiando amor, el más puro sentimiento que se puede albergar en el corazón y la fuerza vibracional más intensa que se puede emitir. El amar provoca una sensación de alegría y gozo que nos hace desde tener buen humor hasta sentir paz interior.
La fé, cuando es genuina crea un estado de confianza y seguridad que, nos permite alcanzar nuestras más elevadas metas.

A través de las páginas del más vendido libro: La Biblia, encontramos pasajes en los que todo en la vida del hombre depende de su fé y ese ha sido el mejor trabajo acometido por las religiones, cualesquiera que sean porque siembran la semilla de que la fé genera el logro de las aspiraciones, pero ¿Qué es la fé?
“Es pues la fé la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” así reza en Hebreos 11:1 y es que, de acuerdo al mismo libro de referencia todo lo creado proviene de lo inexistente pero planeado por Dios y cuando se tiene fé hasta una montaña se moverá si así se lo mandamos, teniendo solamente fé del tamaño de un grano de mostaza! Qué maravilla!.

Las religiones han logrado eso en sus fieles. Los devotos de cualquier deidad, icono, u orisha confían tan plenamente en ellos que, depositan el destino en sus manos, lo que, es perfectamente entendible porque al ser humano le es mucho más fácil y cómodo confiar en que, la suerte de su vida depende de otro, del exterior; pero aun así cumplen su cometido al menos en inculcar la fé.

Ahora veamos que, no es sólo decir tengo fé porque en Santiago 1:6 leemos “pero pida con fé, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”, ¡Wuao!, diría yo; entonces hay que poner fuerza en lo que sentimos, la fé consiste en confiar ciegamente, realmente es tarea difícil para el ser humano que vive en constante desasosiego.

Por otro lado tenemos el amor, a veces llamada la ley numero uno, el amor nos convierte en personas generosas, compasivas, caritativas, afables y comprensivas, esto nos permite no sólo tratar a los demás con amabilidad y cortesía, transmitiendo así una sensación agradable ; sino que, también nos facilita el acto del perdón a aquellos que nos ofenden, si, esta parte es muy importante porque este libro tan didáctico nos dice que “No es lo que entra por la boca lo que hace daño, es lo que sale de la boca del hombre lo que contamina porque eso proviene del corazón”.Marcos 7:20. Y esto es muy importante porque nos hace pensar que, donde hay amargos sentimientos la semilla del bien no prospera.

El ser humano deposita su fé en algo exterior porque no sabe que todos los elementos para la manifestación de lo que esta pidiendo, de aquello que anhela, esta en nosotros mismos. Que usando la fuerza que se produce de unir pensamiento con sentimiento, creamos.
Al final no importa el nombre de nuestro objeto de fé, es el acto de confiar lo que produce los resultados y el enemigo, el gran obstáculo a vencer es la duda, cada paso que adelantamos en pos de lo que deseamos, se atrasa en dos con un pensamiento de duda o una sensación de temor.

Y esto es lo que llamamos Libre Albedrío, la libertad que tiene el ser humano de confiar o dudar, la elección que hacemos entre crear por medio de la fé lo bueno, o manifestar lo opuesto a lo que queremos sembrando la duda en nuestros corazones. Esto aplica tanto a la religión como a cualquier corriente de pensamiento. El hecho es que, está en nuestras manos materializar lo que queremos o que se manifieste lo contrario, y es que, el método consiste en no permitir pensamientos y emociones que nos hagan sentir mal; sólo dejar que fluyan y se recreen en nosotros los sentimientos de confianza y bienestar.

Claro que no es fácil después de siglos de vivir tanta equivocación, se necesita al menos al principio insistir y hasta fingir para educar a nuestro cerebro, para que, nuestro subconsciente se adapte al cambio de actitud, para educarnos en el arte de la confianza.

Y es que el ser humano no nació desconfiando, el ser humano se educó en la desconfianza con detalles insignificantes y pueriles como el de los reyes magos, por ejemplo. ¿Alguna vez se ha detenido a pensar la profunda decepción que sufrió cuando se enteró que, había sido engañado por sus propios padres por años?; el niño es crédulo, cada cosa que le dices se la cree, confía en lo que los demás le cuentan, no duda nunca, pero un día descubre que los reyes magos o santa claus no existen, que su mamá no regresa en unos minutos, que su papá no estaba trabajando hasta tarde, que las próximas vacaciones no le iban a llevar a la playa; en fin, a través de sus primeros años va descubriendo todo una serie de pequeñas y aparentemente inofensivas mentiras que, le hacen empezar a dudar. Después siempre hay un consejo de desconfianza: no te fíes de ese amigo, no le abras la puerta a nadie, no le creas al que te para en la calle, amen de otras cosas en las que, te involucran envolviéndote en un paisaje de desconfianza y ya aprendiste a dudar, ya no confías en lo que oyes, ya quieres prueba de lo que te dicen y así germino el enemigo de la fé; el temor.

Después de haber estudiado un poquito profundamente me hice una pregunta ¿Cuál fue el pecado original?. De acuerdo a todas las religiones el ser humano rompió su relación directa con Dios cuando pecó y entonces me dije: algunos consideran que Eva tentó a Adán y el pecado fue el sexo, pero eso es imposible porque Dios dijo “Creced y multiplicaos”, luego era necesario que hubiera sexo por un lado y por el otro Dios no hubiera puesto el deseo si no pudiera ser satisfecho. Otros interpretan que el pecado original fue la desobediencia, ya que Dios dijo que, no comieran del árbol del bien y el mal y en esta interpretación de nuevo Eva, tenía que ser mujer, indujo a Adán a, contradiciendo a Dios, probar el fruto prohibido; pero seamos razonables, no hay una ley absurda en la Naturaleza, no hay ninguna premisa caprichosa en el proceso que rige al universo, es más, creo que, el mal fue creado por el hombre cuando dudó, el pecado original, el único acto que, pudo haber roto aquella comunicación que existía en el paraíso, en donde el hombre estaba rodeado de cuanto le era necesario y sólo tenía que pedir para recibir; fue la DUDA. El ser humano rompió su relación con Dios cuando dudó y la duda creo el mal ya que, el mal es fomentado por el miedo, la angustia, el odio, la venganza, la envidia , en fin , nómbrelo usted, todo cuanto les haga sentir mal.

Si miramos hacia el lado filosófico de este creer y crear, encontramos que, alrededor del año 1000 se descubrió un texto que hoy se sabe fue escrito en lengua griega, y sobre este texto han aparecido un sin número de leyendas entre ellas la que, dio el nombre al texto y cuenta que su autor escribió sobre la esmeralda caída de la frente de Lucifer, el día de su derrota : La Tabla Esmeralda, este manuscrito fue atribuido a Hermes Trismegisto y en el se explica el proceso de lo que, se conoce como Alquimia que, no es más que, el arte del perfeccionamiento expresado de modo simbólico. En el se establece que, la finalidad del Ser es el encuentro con el Uno, el Todo, La Unidad.
”Lo que esta arriba es como lo que esta abajo y lo que esta abajo es como lo que esta arriba”.
“Usa tu mente por completo y sube de la Tierra al Cielo, combina los poderes que están arriba con los de abajo. Así ganaras la gloria en el mundo y la oscuridad saldrá de ti”
Y esta es la piedra filosofal de los movimientos de la llamada Nueva Era. De aquí provienen los principios en los que, se basa la filosofía hermética y que en esencia dicen que: el universo es una creación mental en la que, existe una relación entre iguales y que esta depende básicamente en que, atraes según tu vibración y que esta proviene de cual sea el ritmo a que tú fluyas; ya que en el universo nada es estático, todo esta en constante movimiento y que, como toda causa genera un efecto se ha de cuidar lo que pensamos y sentimos porque eso es lo que generamos y se nos regresa como nuestra propia cosecha.

Para mi la conclusión es muy obvia, las personas perseguimos una verdad que, está dentro de nosotros mismos. Quizás aquí aplique aquello de que, “todos los caminos conducen a Roma”, lo cierto es que, tanto los de una fe como los de otra, necesitan confiar sin dudar; la clave es eliminar la duda de nuestros corazones, por ello, no nos desgastemos en una búsqueda vana, no perdamos la oportunidad de recibir, tratando de averiguar cómo sucederá o quien nos lo concederá; pidamos con fe y esperemos confiados que, es nuestro porque nos lo merecemos.
Unidos en Amor.

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