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Arturo hijo ¡qué desgracia! - exclamaba entre sollozos
Louisa, mientras su hijo en cuclillas ante el sillón de ruedas trataba de
calmarla.
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Reposa mamá, yo me ocuparé de todo.
-
Pero la policía dice que fue asesinado, ¿comprendes?
-
Si, sí, yo lo arreglaré todo, confía en mi-contestó él
pasándole la mano por sus cabellos.
Tras lo cual se
dirigió a la habitación contigua, donde le esperaban dos agentes de la policía
y sus hermanos.
- ¿Es usted Arturo Hunter? -le preguntó
uno de los agentes.
-Yo soy.
-Teniente Vila-dijo
presentándose-Por favor desearía hablar a solas con usted.
-Con mucho gusto.
Pasaron entonces al
ala izquierda de la casa en donde se encuentra la biblioteca. Se encontraron
por el camino con Billy.
-Billy, ¿Qué haces? - le preguntó Arturo.
- ¿Qué ocurrió Ati, es verdad?-preguntó el
chico ansioso y lleno de temor.
-Si Billy, papá falleció- contestó Arturo
abrazándolo.
-Este muchacho, ¿es el más pequeño? -preguntó
el teniente Vila.
-Si teniente.
-Ati, ¿Cómo fue?, explícamelo-continúo el
muchacho preguntando.
-No lo sé Billy, parece que tomó algo por
error.
-Claro, papá tenía que terminar así-
repuso el chico.
-Señor Hunter, haga que se ocupen del
niño, por favor- pidió el policía.
-Si, Lasi llévalo-dijo Arturo dirigiéndose
a su hermana.
-Teniente-comenzó a decir Arturo cuando
los dos hombres estuvieron a solas- necesito que me explique, estoy
desconcertado.
-Como hijo le va a resultar duro cuanto yo
pueda decirle; como abogado, no sé cómo lo va a tomar. Lo cierto es que, su
padre murió durante la madrugada, producto de un ácido que le fue inyectado en
vena, suponemos que mientras dormía, al menos eso es lo que opina el médico
forense, pero tenemos que esperar la autopsia. No aparecen huellas digitales,
¿cree usted a su padre capaz de habérselo hecho el mismo?
-No, eso es absurdo-contestó Arturo
sacudiendo energicamente la cabeza.
-Tampoco nosotros lo creemos, no hemos
encontrado la jeringuilla.
-No entiendo, ¿Quién pudo haber sido?
-Hunter, le dije que sería duro, pero
hasta tanto halla más detalles, el único sospechoso es Billy.
- ¿Qué dice usted?, está loco-se exaltó
Arturo-¿Cómo va a culpar de una cosa así a un chico de sólo doce años?, ¿Qué
clase de policía es usted?
-Mire Hunter, créame que le entiendo, pero
es mi deber llevarme a su hermano. -repuso Vila.
-Pero eso yo no se lo puedo permitir- dijo
Arturo.
- ¿Cómo qué me habla?
-Como abogado.
-Lo siento, pero creo que usted sabe que
sólo tiene derecho a acompañarlo en su declaración y mantenerlo bajo su
custodia hasta el día del juicio. ¿Se hace cargo legalmente del niño?
-Por supuesto. El entierro será pasado
mañana, después de eso pasaré con el niño por su oficina. Por favor, al menos
déjenos despedirnos de él con dignidad- pidió Arturo.
-Bien, el cuerpo les será entregado mañana
en la tarde, no me queda otra alternativa que venir después del entierro a
interrogarlos a todos.
- ¿A mamá también?
-Desde luego, su madre, lo sé, esta muy
sentida, sobre todo porque sabe que para nosotros Billy es sospechoso; pero
tiene que declarar.
-Bien, será como usted diga.
-Que tenga buen día-dijo Vila
despidiéndose.
-Adiós-respondió Arturo que devanaba sus
sesos para entender aquello, no era posible. Si bien era cierto que, Billy era
un muchacho retraído, extraño, esquivo, también era un chico lleno de ternura y
no podía haber hecho algo así. No, no podía ser, la policía estaba en un error.
@ T. N ( continuará)