martes, 21 de agosto de 2018

RANULFO VIVE




-        Arturo hijo ¡qué desgracia! - exclamaba entre sollozos Louisa, mientras su hijo en cuclillas ante el sillón de ruedas trataba de calmarla.
-        Reposa mamá, yo me ocuparé de todo.
-        Pero la policía dice que fue asesinado, ¿comprendes?
-        Si, sí, yo lo arreglaré todo, confía en mi-contestó él pasándole la mano por sus cabellos.

Tras lo cual se dirigió a la habitación contigua, donde le esperaban dos agentes de la policía y sus hermanos.
     - ¿Es usted Arturo Hunter? -le preguntó uno de los agentes.
     -Yo soy.
    -Teniente Vila-dijo presentándose-Por favor desearía hablar a solas con    usted.
     -Con mucho gusto.

Pasaron entonces al ala izquierda de la casa en donde se encuentra la biblioteca. Se encontraron por el camino con Billy.
     -Billy, ¿Qué haces? - le preguntó Arturo.
     - ¿Qué ocurrió Ati, es verdad?-preguntó el chico ansioso y lleno de temor.
     -Si Billy, papá falleció- contestó Arturo abrazándolo.
     -Este muchacho, ¿es el más pequeño? -preguntó el teniente Vila.
     -Si teniente.
     -Ati, ¿Cómo fue?, explícamelo-continúo el muchacho preguntando.
     -No lo sé Billy, parece que tomó algo por error.
     -Claro, papá tenía que terminar así- repuso el chico.
     -Señor Hunter, haga que se ocupen del niño, por favor- pidió el policía.
     -Si, Lasi llévalo-dijo Arturo dirigiéndose a su hermana.
     -Teniente-comenzó a decir Arturo cuando los dos hombres estuvieron a solas- necesito que me explique, estoy desconcertado.
     -Como hijo le va a resultar duro cuanto yo pueda decirle; como abogado, no sé cómo lo va a tomar. Lo cierto es que, su padre murió durante la madrugada, producto de un ácido que le fue inyectado en vena, suponemos que mientras dormía, al menos eso es lo que opina el médico forense, pero tenemos que esperar la autopsia. No aparecen huellas digitales, ¿cree usted a su padre capaz de habérselo hecho el mismo?
     -No, eso es absurdo-contestó Arturo sacudiendo energicamente la cabeza.
     -Tampoco nosotros lo creemos, no hemos encontrado la jeringuilla.
     -No entiendo, ¿Quién pudo haber sido?
     -Hunter, le dije que sería duro, pero hasta tanto halla más detalles, el único sospechoso es Billy.
     - ¿Qué dice usted?, está loco-se exaltó Arturo-¿Cómo va a culpar de una cosa así a un chico de sólo doce años?, ¿Qué clase de policía es usted?
     -Mire Hunter, créame que le entiendo, pero es mi deber llevarme a su hermano. -repuso Vila.
     -Pero eso yo no se lo puedo permitir- dijo Arturo.
     - ¿Cómo qué me habla?
     -Como abogado.
     -Lo siento, pero creo que usted sabe que sólo tiene derecho a acompañarlo en su declaración y mantenerlo bajo su custodia hasta el día del juicio. ¿Se hace cargo legalmente del niño?
     -Por supuesto. El entierro será pasado mañana, después de eso pasaré con el niño por su oficina. Por favor, al menos déjenos despedirnos de él con dignidad- pidió Arturo.
     -Bien, el cuerpo les será entregado mañana en la tarde, no me queda otra alternativa que venir después del entierro a interrogarlos a todos.
     - ¿A mamá también?
     -Desde luego, su madre, lo sé, esta muy sentida, sobre todo porque sabe que para nosotros Billy es sospechoso; pero tiene que declarar.
     -Bien, será como usted diga.
     -Que tenga buen día-dijo Vila despidiéndose.
     -Adiós-respondió Arturo que devanaba sus sesos para entender aquello, no era posible. Si bien era cierto que, Billy era un muchacho retraído, extraño, esquivo, también era un chico lleno de ternura y no podía haber hecho algo así. No, no podía ser, la policía estaba en un error.
@ T. N ( continuará)


70 Años

  Arribo a la década siete siete escalones del aprendizaje siete mares recorridos siete.   Y setenta son muchos, o quizás son tan pocos porq...