martes, 7 de agosto de 2018

CÁMARA CURIOSA (PARTE 2)


     - ¿Qué te dijeron? -preguntó visiblemente sobresaltada la esposa de Win cuando este llegó de vuelta a su casa.
     - Nada, dicen que mataron a una mujer y tienen una foto en la que no sé cómo, te lo juro, yo estoy con ella.
     - ¿Una foto? - preguntó extrañada- ¿tú la conocías? - preguntó con tono agresivo.
     -  Oye, ¿Qué te pasa?, claro que no la conocía y eso es precisamente lo que me preocupa- contesto él.
     - Y si no la conocías, ¿Cómo es eso de la foto? - preguntó ella molesta.
     - Deja tus entupidos celos para otra ocasión- comenzó a decir él cuando fue interrumpido por el timbre de la puerta, al abrir se encontró al inspector Tower- Pase, ¿Qué sucede ahora? -preguntó sorprendido.
     - Lamento molestarlo tan rápido, pero necesito alguna información- dijo Tower entrando.
     - Bien, lo que quiera- contestó Win, un tanto aliviado por ver interrumpida la discusión con su mujer.
     - ¿Conoce usted a Ros Tenour? - se viró hacia la esposa de Win- Buenas señora, perdone nuestra visita, pero estábamos buscando información sobre un homicidio, ¿su esposo le contó?
     - Si algo me estaba diciendo cuando usted llegó.
     - Si- contestó Win- conozco a Ros, es amiga de mi esposa.
     - Señora ¿es en efecto la señorita Tenour su amiga?
     - Si, ¿y eso qué?, ¿ya no le dijo mi marido que no conocemos a la muerta?
     - Señora si fuera tan amable y cooperara, ¿le podríamos tomar sus huella     digitales?, aquí mismo en su hogar.
     - No, a mi no me quieran complicar- gritó la mujer.
     - Pero Elizabeth, déjalos trabajar- trató Win de calmarla.
     - Señora, también podemos llevarla a la comisaría en calidad de detenida por        obstrucción a la justicia.
La mujer palideció, bajo la cabeza y caminó sin levantar la vista hasta la mesa del comedor en la que la esperaba el hombre que acompañaba al inspector con los implementos necesarios para tomar sus huellas digitales.
La mujer se dejó manipular las manos ante la mirada atónita de su marido, después de lo cual dijo que, necesitaba ir al baño y entró en el mismo cerrando la puerta.
Sólo unos minutos después el especialista en huellas usando una pequeña laptop, declaró:
     -Inspector, son las mismas.
     - Señor Win, por favor, dígale a su esposa que salga del baño.
En ese momento la mujer que al parecer estaba escuchándolo todo, corrió hacia la sala gritando:
     -Yo no iba a matarla, yo no la maté. Lo juro, ella estaba viva.
     - Eso lo aclararemos después, vamos- dijo Tower esposándola, acto seguido le leyó sus derechos mientras caminaba con ella hacia el auto.                                   

Una vez en la comisaría, el inspector Tower se sentó frente a ella, después de haberle quitado las esposas.
- Señora, tómese todo el tiempo que necesite, pero será mejor que nos diga ¿Cómo llegaron sus huellas al arma homicida?
- Yo estaba celosa- comenzó diciendo sin levantar la cabeza, ni mirar a nadie- mi amiga, la dueña del revolver me había dado la foto, por ella supe que Don me engañaba, pero yo sólo quería asustarla, forcejeamos y el arma se disparó, entonces yo me asusté y me fui corriendo, ni siquiera recogí el revolver.
- ¿Tampoco recogió la foto?
- No.

                                                                *



Esa misma tarde fue interrogada una vecina de la familia Mend, una pequeña anciana de cabellos muy blancos y luminosos ojillos azules, de esas que el inspector sabe que siempre se fijan en todo, como si les pagaran por espiar a los vecinos.
- Señora Spink, es necesario que usted preste testimonio y sobretodo que identifique a la mujer que usted vio la tarde del 15 de marzo.
- Marion- dijo el inspector dirigiéndose a su ayudante- trae a las personas detenidas.
De inmediato se descorrió la cortina, que cubría un cristal, tras el cual aparecieron 4 mujeres que podían ser vistas por la señora Spink sin que ellas vieran a la señora.
- No inspector- dijo la anciana después de observar a dichas mujeres- la mujer que yo vi era de pelo muy negro y estas son rubias.
- Observe de nuevo cuando la cortina se vuelva a abrir- a una orden de Tower la cortina había cubierto de nuevo el cristal para que esas mujeres lucieran pelucas de color negro, a fin de que estuvieran de acuerdo a la descripción dada por la anciana.
Al tener nuevamente a las cuatro mujeres delante la anciana las observó con detenimiento, examinó el rostro de cada una lentamente como quien esta segura de que la elección es vital.
- No inspector, no es ninguna de esas- respondió finalmente.
- ¿Esta usted segura? -insistió Tower.
- Completamente- afirmo ella, ajustándose con el dedo del medio de su mano derecha los espejuelos.
A un gesto de Tower, se cerró nuevamente la cortina y él entonces dijo:
     - Cuénteme lo que sucedió señora Spink.
     - Yo había salido con mi nieta- comenzó a relatar la señora- eran las cuatro y media de la tarde, me fijé en la hora porque le tocaba la leche a mi nietecita. Iba yo muy apurada cuando tropezó conmigo una mujer que, iba con mas prisa que yo, ni siquiera se disculpó y eso que casi me tumba al suelo.
     - ¿Puede darme la descripción de esa mujer?
     - Si, era alta, más que lo estándar, de pelo muy negro, largo, muy bien vestida, yo diría que era una mujer elegante, aunque claro las señoras elegantes no corren ni derrumban damas mayores, o al menos piden disculpas.
     - Muchas gracias señora Spink, puede que vuelva a necesitarla- dijo Tower.
     - Cuando guste, me encantaría ayudar- contestó la anciana.


                                                                       *

     -Señora Win tengo que dejarle marchar- dijo el inspector.
     - ¿Cómo llego a esa conclusión? - preguntó Elizabeth muy contenta.
    - La señora que se tropezó con la que suponemos es la asesina, no la reconoció a usted, pero antes de que se marche necesito que lea esta descripción que nos dió la señora Spink, y dígame si conoce a alguien con esas señas.
La nerviosa y asustada mujer leyó detenidamente.
- No, no se quien pueda ser- concluyó.
- Ahora necesito que responda algunas preguntas, ¿Cuántas balas disparo usted?
- Ya le dije que yo no dispare, el revolver se disparó cuando forcejeábamos.
- Pero ¿Cuántos disparos?
- Sólo uno.
- Bien, señora Win, vaya a su casa, pero no salga.

                                                                 *

El inspector Tower y Marion recorrieron unas 45 millas para llegar a una lujosa casa con amplios ventanales y un inmenso jardín sembrado con árboles de coloridos follajes, en ese momento la puerta del frente se abrió dando paso a una mujer.
     -Buenas tardes- saludó el inspector identificándose-¿es usted la señorita  Tenour?
     -Si, yo soy.
      -Queremos conversar con usted.
      -Pasen –dijo ella cediéndole la entrada- les ruego que sean breves, pues tengo una cita.
     -Sólo nos llevara el tiempo necesario.
     -¿Quieren tomar algo?- ofreció ella.
     -No, muchas gracias.
     -Siéntense, por favor.
     -Sabemos que es usted amiga del matrimonio Win- comenzó diciendo el inspector.
     - ¡Ah!, es eso, si, pobre Elizabeth- se lamentó ella.
     - ¿Por qué la compadece? - preguntó Tower.
     - Bueno, lo digo porque esta acusada de asesinato- respondió la mujer.
     - Se equivoca, es una sospechosa- aclaró Tower.
     -Bueno, eso es otra cosa, me alegro por ella- dijo la mujer sonriendo.
     -Tiene usted una casa muy linda- celebró el inspector, mientras su vista recorría la estancia.
     -Si, fue un regalo.
     -Muy esplendido su admirador- dijo Tower sonriendo malicioso, al tiempo que le mostraba una foto-Señorita, ¿Dónde tomó usted esta foto?
     -¿Esa foto?- preguntó ella extrañada.
     -Si, sabemos que fue usted quien la tomó, ¿Dónde la tomó?- repitió él la pregunta.
     -Si, la tome en Wastn Park.
     -¿A qué hora?
     - No sabría decirle.
     - ¿Tal vez en la mañana?
     - No, en la tarde.
     -¿Le pidió la señora Win que vigilara a su esposo?
     -No, fue pura casualidad- dijo ella con aire de ingenuidad.
     -Fue una imprudencia-anotó él.
     - Si, sinceramente me apena mucho tener la culpa de que Eli se ofuscara.
     - ¿Qué hizo usted la tarde del 15 de Marzo?
      -Salí con un amigo.
     - ¿Cuál?
     - No creo que eso interese- respondió ella tajante.
     -Pues yo si creo que interesa y mucho, lo que no creo es que tenga usted motivos para negarse a contestar o se vería usted como sospechosa- advirtió Tower.
     -Con el Dr. Stanford- respondió ella.
     - Ha sido usted muy amable- dijo Tower poniéndose de pie- recibirá noticias mías.

                                                                  *
                                               

    -Inspector- se alarmó el señor Win al abrirle la puerta – Pase, ¿ocurre algo?
     -No, pero quiero unos detalles más.-dijo el inspector   -Hábleme de la señorita Tenour, ¿Qué sabe de ella?
     -No mucho, es una mujer muy liberal, es llamativa, elegante. La casa en que vive se la regaló un industrial, no sé su nombre, quizás mi mujer le pueda decir más. Elizabeth-llamó el hombre y su esposa apareció enseguida.
     -Yo sé que tiene relaciones con el Dr. Stanford- dijo sin ser preguntada.
     -¿Sabe usted que fue ella quien le tomó la foto y se la dio a su esposa?- pregunto Tower.
     - No, desconocía eso, pero yo le aseguro que nunca he tenido nada que ver con la mujer de la foto, ni siquiera le conocí, tiene que creerme, por favor.
     -Tranquilo, le creo y les espero a ambos mañana a las 9 a.m. en mi oficina- dijo el inspector al retirarse, mientras contestaba una llamada de Marion al que el había enviado a seguir a la señorita Tenour.



70 Años

  Arribo a la década siete siete escalones del aprendizaje siete mares recorridos siete.   Y setenta son muchos, o quizás son tan pocos porq...