Sídney,
ciudad australiana, situada en la costa este frente al océano Pacífico.
-Sección de
homicidios- contestó una voz al teléfono.
-Quiero
informar de un asesinato- declararon del otro lado del hilo.
- ¿Dónde?
-Broaky 29
sur, numero 301.
- Bien,
iremos de inmediato- dijo el oficial mientras su interlocutor colgaba el
auricular.
*
El
inspector Tower detuvo su auto en la puerta de un edificio de construcción
moderna, pero no lujosa, tomó el ascensor hasta el tercer piso, entrando en el
apartamento 301, la puerta estaba abierta.
-Inspector
este es el hermano de la víctima- le dijo un oficial al verlo.
-Bien, que
se siente y se relaje, quiero ver el cadáver, saque a todos los curiosos de
aquí- contestó el inspector.
El
oficial que había llegado antes pues rondaba la zona y al llamado de la central
era el que más cerca estaba, guio al inspector hasta la habitación en donde
yacía en el suelo el cadáver de una joven de rostro muy infantil, a pesar del
color cetrino que lucía su piel. Oficial- dijo Tower después de husmear por la
habitación- en cuanto llegue el forense que me informe de la hora del
fallecimiento y de todo lo que pueda averiguar, estaré en el comedor
entrevistando al hermano.
El
inspector se acomodó en la mesa del comedor, frente a un chico que estaba
realmente asustado.
- ¿Cómo te llamas?
- preguntó.
-Adrián
señor-respondió el chico como un susurro.
-Pues bien,
Adrián, sé cómo te sientes en este momento, pero también sé que lo que más
quieres que se aclare todo sobre la muerte de tu hermana, ¿no es así?
-Si, señor.
-Entonces, cuéntame todo lo que viste u oíste-
le invitó.
El
muchacho preso de la confusión y el espanto no podía pronunciar palabra.
-Respira
profundo por la nariz, cierra tus ojos, cuenta hasta diez y exhala el aire
lentamente por la boca, así - decía Tower mientras el chico seguía su
recomendación- ahora comienza a hablar- le sugirió.
-Yo estaba
sentado allí-dijo señalando un sofá en la sala-entonces se paró en la puerta
una mujer, preguntando por mi hermana, la puerta estaba abierta, es decir sin
seguro y ella la abrió.
El
muchacho relató:
- ¿Vive
aquí Luisa Mend? - preguntó ella.
-Si-contesté yo.
- ¿Está en
casa?
-Si- volví
a contestar y la mujer entró hasta el dormitorio, en donde estaba mi hermana
sin darme tiempo a reaccionar.
-Cuando esa
mujer entró, ¿tú oíste la conversación? - preguntó Tower interrumpiendo el
relato.
-No,
después que ella entró me vino a buscar mi amigo y yo me fui.
- ¿Nunca
habías visto tú a esa mujer?
-No.
- ¿Estás seguro?
- insistió el inspector.
- Si señor,
estoy seguro.
-Bien, eso
es todo por ahora-dijo el inspector y dirigiéndose a Marion, su ayudante que ya
había llegado-lleva al muchacho a la sala y tómale la descripción de la mujer,
el nombre de su amigo y la información de adonde se fue él y a qué hora
regresó- se acercó al forense-Doctor, ¿Qué me puede decir? -le preguntó.
-Murió
instantáneamente, la hora se puede fijar entre las cuatro treinta y las cuatro
cuarenta, más o menos, revolver calibre 38, la bala le atravesó el ventrículo
derecho.
-Gracias Doc.-
dijo Tower-Marion, llama a los padres y manda el revolver al laboratorio.
-Inspector,
se encontró esta foto- dijo mostrándola- Ah y se encontró otra bala en la
pared-le comunicó Marion.
- Manda el
proyectil al laboratorio y dame la foto.
El
oficial que recibiera al inspector entró al comedor acompañado de una pareja.
-Inspector,
estos son los padres- anunció.
-Perdónenme-dijo el inspector estrechándoles las manos – lamento mucho
su pérdida, pero no podemos perder tiempo, tomen asiento, por favor.
-Como usted
diga, con tal de que todo se aclare, ¿Por qué la mataron? -preguntó la madre
estallando en lágrimas.
-Teniente-llamó
Tower-retire a la señora, mas tarde hablaré con ella y dele un vaso con agua-y
dirigiéndose al padre-Usted señor Mend, ¿fue quien la encontró?
-Si-
respondió el aludido.
-Cuénteme
que fue lo que encontró, ¿a qué hora llegó?, en fin, dígame todo cuanto
recuerde.
-Le diré,
llegué a las cinco de la tarde, a esa hora siempre llego del trabajo, la puerta
de entrada estaba completamente abierta, me extrañó, pero pensé en que mi hijo
la había dejado así en sus prisas, llamé saludando y preguntando quien estaba
en casa, no tuve respuesta, así que entré en el cuarto de mi hija, ya que
normalmente es ella la que está aquí a esa hora. La encontré en el suelo, en medio de un
charco de sangre-dijo el padre rompiendo a llorar.
- ¿Tocó
algo en la habitación? -preguntó Tower.
-Si, corrí
hacia ella, la abracé y tomé una foto que estaba a su lado.
- ¿También
tocó el revolver?
-No, en
realidad no lo vi. Salí corriendo a llamar- respondió el señor Mend
- ¿Es esta
la foto? -dijo el inspector mostrándosela.
-Si.
- ¿Conoce a
ese hombre?
-No, nunca
lo he visto.
-Bien, eso
es todo, por favor preséntese mañana en la comisaría a primera hora y con su
esposa- pidió el inspector.
*
Al
día siguiente en la comisaría, el inspector Tower buscaba respuestas. Primeramente,
llamó a Marion, su ayudante.
-
Dime Marion, ¿Qué hay de nuevo?
-
En la pistola se encontraron huellas que probablemente
sean de mujer-explicó el hombre- las envié al laboratorio. El hombre de la foto
es Donald Win, trabaja en una fábrica de acero, Step Productions.
-
¿Es casado? - preguntó Tower.
-
Si, su esposa se llama Elizabeth, es ama de casa,
tienen una niña de 18 meses, viven en Guaron 3463.
-
Bien, mande a buscarlo.
-
Ya lo hice señor, también lo está esperando el señor
Mend- contestó Marion.
-
Que pase.
-
Buenas inspector- dijo el hombre entrando al despacho
de Tower-este es el novio de mi hija- dijo presentándole a un fornido joven de
cabellos muy cortos.
-
Mucho gusto, pasen adelante y tomen asiento-
respondió el inspector-¿Cómo se encuentra la señora?- preguntó Tower
dirigiéndose ahora a la señora Mend que acompañaba a los dos hombres.
-
Estoy mejor, muchas gracias.
-
Yo vengo a declarar- dijo el joven.
-
¿Conoce a este hombre? – le preguntó el inspector
mostrándole la foto.
-
No, pero esa es Luisa- dijo con una mezcla de
confusión y molestia.
-
Cálmese joven y no haga falsas conjeturas- le dijo
Tower- ¿conoce a alguien en el reparto Viboka?
-
No, a nadie.
-
Usted señora, ¿tampoco conoce a este hombre?
-
No
-
Bueno, pueden retirarse- dijo Tower.
-
¿No hay nada concreto? - preguntó el señor Mend.
-
No, de todas formas, les mantendré informados.
*
Una
hora más tarde era interrogado el sujeto que aparecía en la foto. Este hombre
de unos 35 años de mediana estatura, cabello oscuro y semblante molesto, llegó
traído casi a la fuerza.
-
¿Qué significa esto? - protestó.
-
Siéntese y cállese- le ordenó el inspector- aquí las
preguntas las hago yo. ¿Conoce usted a esta joven? - dijo poniéndole delante de
la cara la foto.
-
No, no se quien es, pero ¿con qué derecho me han
traído aquí? - volvió a gritar poniéndose de pie.
-
Con el derecho que me da el estar a cargo de la
investigación del asesinato de esta mujer que aparece en la foto junto a usted-
dijo el inspector en tono enérgico mientras lo tomaba por los hombros
obligándolo a sentarse de nuevo.
-
¿Y yo que tengo que ver con eso? - preguntó ahora aturdido.
-
En esta foto está usted por lo tanto algo tiene que
ver.
-
Yo no sé nada, no la conozco, ya le dije, es la
primera vez que la veo.
-
¿Tiene idea de cuando y donde fue tomada esta foto?
-
No.
-
Trate de recordar, pues me parece que, a falta de una
muy buena explicación, tengo que pensar que me está mintiendo. No aparece uno
todos los días en fotos con personas que no conoce.
-
No diga sandeces- respondió el hombre.
-
Aun suponiendo que lo fueran, esas sandeces le pueden
estar implicando a usted en un homicidio- le dijo Tower tocándole con los dedos
índices ambas sienes- Piénselo.
-
Está bien, yo sé que usted me puede complicar la vida,
no soy estúpido, pero nada puedo decir de lo que nada sé- y reclinándose dijo-
Así que, quiero un abogado y entonces estoy a su disposición.
-
Muy bien, traiga a su abogado la próxima vez que le
citemos, ahora váyase, deje toda la información personal en la recepción y
sobre todo, manténgase localizable.
El
hombre salió y el inspector se dirigió ahora a Marion, su ayudante.
-¿A nombre
de quien está registrado el revolver?
- Ruth esta
averiguando, espera un momento, enseguida le digo.
- Aguardo Marion, pero que sea ya- repuso
el inspector mientras volteado hacia la ventana contemplaba la ciudad. (continuará)
Del Libro: Hallar al Culpable @ Tere Núñez