domingo, 26 de agosto de 2018

RANULFO VIVE ( PARTE 2)




La casa de los Hunter se hallaba nuevamente ocupada por el inspector Vila. En esta ocasión todos los integrantes de la familia estaban reunidos en la sala.
-        Bueno, lo mejor es ir hablando con todos, uno por uno y empezaré para ser menos molesto, con la señora.
-        Yo los acompañaré- dijo Arturo- como abogado.
-        Hunter, como abogado estará presente cuando su cliente, en este caso Billy, sea llamado- repuso Vila.
-        Yo mismo guiare su sillón-dijo dirigiéndose a Loisa, el teniente la acomodó frente al escritorio de la biblioteca- Señora, el caso para mi es triste y delicado, comprendo su doble posición de viuda y madre de..., bueno, sólo pretendo que usted me dé detalles de su hijo Billy, de sus relaciones con el padre, cuénteme, por favor todo lo que me pueda decir de él será importante.
-        Agente-comenzó a hablar Loisa con voz tenue pero firme-Billy, como el más pequeño de todos, en una familia que tiene cierta posición, esta malcriado, principalmente Ranulfo se excedía con él. Cuando nació yo quedé inválida, pues el parto se produjo después de un accidente que yo sufrí cuando tenía 8 meses de embarazo; como nunca le serví de madre, fue protegido por todos. Siempre fue un niño extravagante, sus diversiones son poco común en niños de su edad, pero no por ello se pude pensar que halla matado a su padre, él le adoraba. Créame.
-        Le creo señora, siga contándome.
-        No tiene muchos amigos, más bien tiene uno solo, un chico que es un perdido.
-        ¿Dónde vive ese muchacho?
-        En la esquina, es un chico de la calle, con él se va durante días y a su regreso llega cargado de patos, jutías, de animales que cazan; se encierra en su cuarto y allí permanece durante días en los que sólo sale a comer, se la pasa disecando que, es en realidad su único entretenimiento.
-        ¿No va a la escuela?
-        Si, es la única cosa razonable que hace, y siempre tuve el temor de que no fuera normal, pero Ranulfo nunca me permitió que lo viera un médico, siempre decía que de todos sus hijos Billy era el más cuerdo.
-        Bien, es suficiente, por el momento. Tenga la tranquilidad de que lo verá un médico especializado-dijo Vila tratando de tranquilizarla.
-        Créame teniente, no es malo.
-        La llevaré a su cuarto- dijo él mientras la conducía por el pasillo hasta su habitación, en donde la dejo.
-        Señorita Lisa, por favor-dijo Vila llamando, el teniente cerró la puerta después de que la joven entró, sentándose en el sofá-Usted como mujer, porque todas son muy observadoras, estoy seguro de que, aportará con su declaración acerca del cuadro familiar, sobre todo de las relaciones entre su padre y Billy.
-        Se equivoca usted, yo ni soy observadora, ni me la paso mirando lo que hace mi familia.
-        Ah, no, ¿en qué se ocupa?
-        Estudio medicina
-        ¿Y qué más hace?
-        ¿Le parece poco una carrera?
-        No joven, no me refiero a eso, sino en sus ratos de ocio.
-        Pues bailo, voy a fiestas, a la playa, lo que cualquier joven hace.
-        ¿Tiene novio?
-        Claro, pero no creo que eso a usted le importe.
-        Si, me tiene que importar pues tengo que conocer a todas las personas que visitan con frecuencia la casa.
-        No me va a decir que Roberto va a resultar el asesino- dijo ella riendo.
-        No, desde luego que no se lo voy a decir, eso es asunto mío. Puede marcharse y dígale a su hermano Héctor que venga- dijo el agente abriéndole la puerta.
-        Héctor te llama mister Holmes-gritó ella al salir.
Héctor abrió la puerta de la biblioteca y a Vila le pareció ver miedo en el semblante del joven.
-        Siéntese Héctor, usted es prácticamente el cabeza de familia, ya que su hermano mayor no vive aquí, por eso quiero primero que me dé detalles de su vida con edad, profesión, etc.

El muchacho como había pensado Vila estaba notablemente temeroso, hasta el punto de un perceptible temblor en la voz.
-        Tengo veinte años y estudio Ingeniería, no trabajo pues la renta de papá es suficiente para vivir, y mis diversiones son como las de cualquiera.
-        En mi papel de investigador, soy altamente pedante, lo reconozco; no obstante, ¿Cómo me puede explicar la razón de que tenga usted un no pequeño numero de deudas?
-        ¿Acaso el dinero mató a mi padre? - contestó el joven alterado.
-        No, pero si tal vez por dinero murió su padre.
-        Usted se atreve, no sea estúpido, usted mismo dijo ayer que no faltaba nada en la casa- exclamó irritado.
-        Así es, pero ¿Qué opina de Billy?
-        El niño no es más que un consentido que siempre lo arruina todo, si no fuera por lo absurdo que resulta que él lo hubiera matado, a nadie le importaría que fuese a la silla eléctrica.
-        Resulta muy afectuosa su declaración- repuso Vila indicándole con un gesto que se marchara.
Transcurrieron unos minutos de cavilación antes de que Vila llamara a Billy, indudablemente ninguno creía al chico capaz de asesinar a su padre y él estaba seguro de que no lo había hecho; no obstante.
-        Billy, no quiero que veas en mí a un ogro- dijo Vila al tener al chico enfrente- y te voy a hablar como a un hombre. Existen varios detalles que te inculpan, necesitamos desvirtuarlos, pero sólo tú puedes hacerlo. Quisiera que me hablaras sin temor, con claridad; es la única forma de probar tu inocencia.
-        Mire agente- dijo el chico mirando de frente a los ojos del inspector-yo no estoy nervioso porque él mismo, papá, me enseñó que los hombres sólo sienten miedo cuando son culpables, por lo demás, confió en que Ati aclarará todo lo que pueda estar confuso.

Indudablemente su comportamiento era más sereno que el del resto de la familia; su decisión y su temple, eran un arma de doble filo.
-        Bien, entonces tómate el tiempo necesario, yo te voy a explicar para que no te aturdan las preguntas, qué quiero que me digas y después tú vas hablando como el que cuenta un cuento, ¿de acuerdo?
-        Como usted diga-contestó el muchacho seguro de su papel.
-        Hunter, siéntese-dijo Vila dirigiéndose a Arturo- y por favor, de no existir una causa muy poderosa, deje correr el ritmo de desarrollo de nuestra conversación- entonces volviéndose al chico-Es conveniente que me hables de ti, de tus gustos, tus amigos, tus relaciones familiares y me cuentes dónde estabas desde anteayer, ya que cuando encontraron el cadáver de tu padre, tu familia notó tu ausencia.
-        ¿Me permite pasearme?, así me sentiré más cómodo. -Vila asintió con un movimiento de cabeza.
-        Para todo el mundo-comenzó diciendo al tiempo que caminaba-soy un chico raro, tengo manías y toda una sarta de sandeces que dicen de mi, también opinan que soy malcriado, que lo hecho todo a perder o que odio a mis hermanos. Ati- dijo mirando a este- sabe muy bien que no soy capaz de odiarlos, ya que sólo me inspiran lástima. Yo no me llamo raro sino independiente, eso de que parezco loco por disecar, es posible, yo digo que me gusta; que mi único amigo es un malvado, no es cierto, Tom no tiene madre, su padre es un alcohólico, y él vive como puede; pero es un muchacho con buenos sentimientos- se paró en la ventana, miro hacia el jardín- es cierto que papá me malcriaba, cosa que no hizo según he oído, con los demás, pero primeramente, yo no tengo la culpa y además él tenia sus razones para eso,¿sabia usted- dijo mirando a Vila-que mi madre y mi padre eran amantes hasta mi nacimiento?,¿Qué al único que en realidad mi padre crió fue a mi?.
-        Si Billy, lo sabia, pero ¿Por qué crees tú que no quería a los demás?
-        Porque los viejos son así, a esa edad es cuando se arrepienten de todo lo que de jóvenes no les importaba, y mis hermanos eran cada uno un recuerdo o una pesadilla.
-        Billy, ¿Dónde estabas?, aun no lo has dicho.
-        Es verdad, la tarde del jueves cuando regresé de la escuela me fui al reparto Fonte, a cazar jutias; cuando volví todos dormían. El viernes en la madrugada en vez de acostarme me fui al laboratorio de la esquina a buscar ácido para disecar, después oí decir que Ranulfo estaba muerto y regresé.
-        ¿Cómo consigues el ácido?
-        Tom sabe como entrar y lo robamos.
-        Malo, malo-dijo Vila moviendo la cabeza.
-        Pero, por favor no lo mezcle a él con esto- pidió el muchacho.
-        ¿Dónde esta la jeringuilla?
-        En su sitio, ¿usted no la vio?
-        Si, mira Billy, yo no le voy a hacer nada a Tom, pero necesito hablar con él, recuerda que él es la única persona que sabe y que puede atestiguar dónde estabas tú.
-        Si agente, se lo traeré.
-        No, mandaremos a buscarlo, tú no debes salir de la casa.
-        ¿Estoy preso? -preguntó asustado.
-        No, pero es mejor así.                                           
-        Arturo, te buscan-anuncio Héctor en la puerta de la biblioteca.
-        ¿Quién es?
-        Soy yo-contestó un sujeto alto y desgarbado que se asomó a la puerta.
-        Zapi, entra, ¿Cómo estas aquí? -saludó Arturo con alegría.
-        Buenos días- dijo mirando el reloj- bueno, buenas tardes. Pues nada, me enteré de lo ocurrido y me dije, de seguro necesitaran mi ayuda.
-        Si, por supuesto-contestó Arturo y volviéndose al teniente-Disculpe Vila, déjeme presentarlos; Mauri Zapi, abogado criminalista, el teniente Vila, encargado del caso.
-        Es un gusto para mí conocerle Teniente.
-        Es un placer abogado, pero igual no creo que su presencia la pueda permitir.
-        Pero soy criminalista.
-        Pero a mi nadie me informó que serian dos los abogados.
-        Bien, no se preocupe teniente, en lo adelante sólo el abogado Zapi atenderá el caso, yo seré su asistente-dijo Arturo.
-        Perfectamente, por el momento abogado espere afuera, voy a interrogar a Hunter.
-        Y bien Vila, ¿Qué opinión tiene de todo esto? - preguntó Arturo.
-        Indudablemente esta bastante complicado, pero supongo que usted me pregunta como miembro de la familia, ¿no es así?
-        Claro, yo la verdad es que me devano los sesos y nada; sabemos que el viejo en su juventud llevó una vida agitada, pero no aparecen deudas, ni de tipo monetario, ni moral con ninguno de sus socios, ni amigos. Siempre fue muy respetuoso en asuntos de negocios, era muy ético.
-        Para nosotros todos son sospechosos, en realidad no creo que halla sido un extraño el asesino.
-        ¿Por lo que usted mantiene que el asesino esta en casa? -Arturo hacía la pregunta tan convencido de la respuesta como así él mismo lo entendía.
-        Me inclino en esa dirección-fue la evasiva respuesta de Vila-Bueno Hunter- prosiguió- el interrogatorio suyo espero que sea más fácil, tenga la bondad de explicarme la vida familiar, las compañía de su padre, usted sabe.
-        Para mi, aunque parezca extraño, no es muy fácil; fui el primer error, por así llamarlo, tuve la sobre protección de mamá hasta que, yo mismo cansado de aquella vida oculta, me fui de la casa; trabajé, me casé y desde entonces he tratado de seguir lo más al margen posible el curso de mi familia, aunque los he ayudado siempre que me han necesitado. Mi padre era un consumado hombre de negocios, un egoísta. Cuando Billy nació ya él no estaba en plena juventud y decretó unir a la familia para consolar su vejez, compró esta casa y se casó con mamá. Ya para ese entonces todos los hijos le veían como el hombre no como el padre. No quiso nunca que me encargara de sus negocios, su abogado es el señor Mirla-hizo una pausa esperando a que Vila hiciera alguna observación y como el teniente no dijo nada él siguió su relato-Las relaciones entre mamá y papá eran la fachada de un matrimonio conservador; el viejo creía haber hecho algo muy grande al ofrecerle matrimonio y ella lo acepto sólo por hacer más llevadera y segura su vejez y la vida de mis hermanos. Mis hermanos, como ha podido observar son un compendio de egoísmo y vicios; Lisa es una simple, Héctor un agobiado y Billy un autosuficiente.
-        Hunter, creo conveniente hablar con Mirla, ¡Ah! Y le ruego que recuerde que usted es sólo un asistente en el caso- puntualizó.
-        Délo por descontado-respondió Arturo-quizás yo parezca impertinente, pero es producto de la preocupación. Se perfectamente que no hay pistas y que esa maldita jeringuilla...-dijo quedándose pensativo.
-        Dígale a Zapi que entre, le haré un recuento del caso.
         
                                                                                                            

70 Años

  Arribo a la década siete siete escalones del aprendizaje siete mares recorridos siete.   Y setenta son muchos, o quizás son tan pocos porq...