Tua estaba ensimismada en sus pensamientos, en este muro de añoranza había conocido a Mua, lo primero que había hecho había sido burlarse, trabajaba en el hipódromo, ¿Qué, corres caballos?, pero el santo sentido del humor que compartieron desde aquel primer momento fue el iniciador del proceso del cual nunca mas, al menos ella podría separarse.
-No te vayas a lanzar al mar- una voz desconocida la saco de sus recuerdos, de aquellas entrañables memorias, y al virarse encontró unos ojos azules que como el cielo le sonrieron, era como volver a ver aquella mirada que tanto amó.
-¿Quién piensa en el suicidio en un día tan esplendido?-respondió con su natural coquetería.
-Eso me anima, me llamo Tomas y tú debes llamarte esplendor- respondió- Estaba tratando de retener la brisa del mar para aplacar el calor, y tú ¿Qué haces?
- Yo me estoy despidiendo- respondió escueta.
-Eres de las afortunadas entonces.
-Soy de las atrapadas-contestó Tua y a paso cansado pero grácil comenzó a andar
- Espera, no te vayas- le grito
Ella siguió su camino como si esperase que él la siguiera.
Él la siguió.
Estaba solo a 4 cuadras de su apartamento, caminó despacio, él la alcanzó.
-¿Te puedo acompañar?
-Ya lo estas haciendo.
-Bien, entonces cuéntame, ¿te ganaste el bombo?-pregunto él (así le llaman los cubanos de la isla a la lotería de visas americanas).
-Puede que sea un bombo, en realidad no lo había pensado, pero si estoy segura que no es el que tú te imaginas- respondió ella con cierta ironía.
-Veo que te gusta la intriga.
- Nada de eso, solo que no te conozco y no se por que tendría que contarte mis cosas personales.
- Tienes razón, pero recuerda que algunas veces el mejor escucha es alguien que ni siquiera nos conoce y que en ocasiones resulta mas fácil abrirnos con un extraño que con la propia familia, a fin de cuentas lo que yo opine a ti no te importa.
Sin responder ella cruzo la avenida y él corrió tras ella, entraron en un edificio de 4 pisos, subieron por las escaleras hasta el tercero.
-Buenas tardes Gudelia- saludo ella
- Que tal hija, aquí estoy esperando a que venga Guille, tengo que entregar una costurita, pero yo no bajo y subo esas escaleras ni a matao- respondió la vecina que sin ser una anciana si era una persona de mas de 50 años.-Chica que condena con este elevador, será que no lo piensan arreglar.
- Total Gudelia cuando lo arreglen de todos modos usaremos las escaleras, nadie se quiere ver atrapado en el elevador en un apagón, y como nunca sabemos ni el día, ni la hora- comentó Tua.
- Tienes razón hija, por eso hace tanto que solo veo la calle desde la ventana.
Ella abrió la puerta y lo miró, para él fue una indicación para pasar adelante y entró. El empezó a caminar por la sala mirándolo todo, era una estancia de unos catorce pies cuadrados, amueblada con buen gusto aunque los muebles eran viejos, eran de estilo francés y en su momento debieron ser valiosos, pensó Tomas.
- Siéntate- le indicó ella-sé lo que estas pensando, y sí, era un bonito apartamento, conservo todo tal cual estaba cuando mi padre me lo dejó y ahora cada noche repaso cada pintura famosa, ves aquel cuadro- dijo señalando una pared- es un original de Víctor Manuel, Gitana Tropical.
También tenemos Portocarrero, Amelia Peláez, mis ilustres compañeros de soledad- dijo haciendo un desdeñoso ademán con la mano.
- Tu familia era de dinero, eso se puede apreciar, ¿se fueron o se murieron?
- Las dos cosas, veré si tengo algo que brindarte – dijo caminando hacia la cocina- si, me queda un poco de ron, y es Havana Club- dijo trayendo dos vasos y la botella- Ven, te enseñaré la vista al mar- caminaron hacia el salón que quedaba a continuación de la sala, el dormitorio, era una enorme habitación con un esplendido ventanal desde donde se podía ver el mar en toda su extensión.
- -Que belleza- exclamó él- si que eres una privilegiada, esta vista no tiene precio-comentó.
- - Si que lo tiene, ves esos arrecifes, cada noche rasgan mis entrañas, esas olas, baten mi soledad. ¿Sabes que los arrecifes son un reto al tiempo?, así quise ser yo y perdí- dijo con melancolía.
- -¿Qué es lo que tanto te abate?- preguntó Tomas
- - El tiempo, los años, no quiero hacer cifras, pero han sido años de intensa y frustrada vida, esa vida que hice de mis días y mis días no tienen saldo-su voz fue tan triste que él quiso cambiar el tema.
- -Todos tenemos un terrible temor a no llegar, cada cual tiene su propia meta, y en este país la meta se convirtió desde hace muchos años en la Yuma, irse del país es todo lo que esa gente que ves sentada en el muro del malecón esta pensando; veme a mi, tengo 40 años, y según parece mi peor defecto es ver para creer y en esa me quedé, mi mujer se fue- calló, para el también llegaba el instante de abrir una herida y no quería.
- Sentémonos aquí- le dijo acomodándose ella en uno de los butacones de respaldar alto que tiene situado frente al ventanal, él se acomodó en el otro, entre ambos butacones hay una mesita de centro donde pusieron sus vasos- Me complace mirar al mar en compañía de alguien.
- ¿Vives sola?
- Creí que ya lo sabias, si y además ya casi no recibo visitas, solo Marian, una amiga de los años.
- ¿Desde cuando vives aquí?- pregunta él.
- Desde que me casé por primera vez, cuando aquello hacia muy poco que había dejado de jugar con marionetas, estaba muy enamorada, estábamos debo decir pero, tras la primera tormenta todo acabó y yo decidí no dejar jamás mis noches vacías. Háblame de ti, ¿por qué no te fuiste con tu esposa?
- No estábamos casados, vivimos juntos por 8 años pero nunca nos casamos, creíamos que, bueno yo creía que el amor se acababa con el matrimonio, y cuando ella consiguió un contacto para irse del país, yo empecé con mis dudas y ella me dejó.
- Eso quiere decir que no eres un hombre muy decidido- concluyó Tua.
- Creo que si, que así se puede decir, aunque en realidad es que soy precavido, no me gusta arriesgar, me gusta ir a lo seguro.
Ella se rió, pero se rió a mandíbula batiente.
-No me parece haber dicho un chiste- protestó él.
- No, perdona, no ha sido mi intención – se disculpó ella- lo que pasa es que cuando dijiste eso yo te iba a decir ”a seguro se lo llevaron preso”, ¿nunca has oído ese refrán?
- Claro que lo he oído, y ahora me vas a decir que el que no arriesga ni gana ni pierde- concluyó.
- No, te voy a decir que el que no arriesga siempre pierde.
- Es verdad- dijo Tomas mirando el reloj- me tengo que ir, otro día nos veremos.
Ella le acompañó hasta la puerta.
- Oye, perdona si dije algo ofensivo para ti, pero si no tienes algún compromiso me gustaría que te quedaras.
El la abrazo, ella se dejó.
- Si, eso es lo que quiero- respondió él.
- Pero solo como amigo- aclaró ella.
- Hasta la duda ofende- dijo él sonriendo maliciosamente-si lo dices por el abrazo, lo necesitaba, en serio.
- Lo digo porque estoy harta de que siempre crean que cuando una necesita compañía quiere decir cama. No te conozco, es verdad, pero siento que…- se quedó sin palabras.
- En otra vida estuvimos muy cercanos, quizás esposos, tal ves hermanos, padre e hija, madre e hijo, en fin algo nos comunica-terminó él- A propósito, en esta vida, ¿Cuál es tu nombre?
- Tua.
-
Esa noche comieron lo que encontraron en el refrigerador que no fue mucho y se terminaron lo que quedaba de la botella de ron y Tua le contó como han ido cayendo en su vida los años como caen las estaciones, una tras otra, sucediéndose siempre, devastando almanaques, alimentando edades y arrugas en una piel que solo cuenta 34 años. Como cada amante era una entrega, cada entrega una nueva pasión, como desde los 17 años cuando se divorciara de Tony fue quemando día a día ilusión y temor. Como vivió agitando al propio tiempo, descorriendo cortinas de deseo, vibrando nota a nota la canción.
miércoles, 30 de julio de 2008
domingo, 20 de julio de 2008
Laberinto
LABERINTO
I
La Habana, la ciudad de los soñadores, de los cazadores de ilusión. La Habana de noche es un lugar distinto, de día el calor arde y el ruido nos marea, de día el cielo nos ilumina con la bendición del sol y la noche es oscura y melancólica; algunas calles representan un internacional burdel, otras el llanto de un bebé a quien su madre trata de dormir entre las tinieblas de un apagón; la ciudad se transforma en el país de los sueños, en la viñeta de las ilusiones,¡Qué Dios bendiga a nuestro país!, suena en cada calle como un silente clamor. Mi Habana ¿En qué te han convertido?, Mi linda y alegre ciudad de tambor y baile, de guitarra y canción, mi hermosa Habana, la más grande en mi corazón.
La ciudad de la Habana, tomó su nombre de quien fuera jefe del cacicazgo que se extendía desde el pueblo que hoy llamamos Mariel, hasta la hoy conocida por Provincia de Matanzas; HABAQUANEX. Ese era su nombre.
La Habana, que fue titulada ciudad en 1592. La Habana, que se convirtiera en la capital de la isla en 1607. La Habana, la mayor capital centroamericana y antillana. La Habana, que fuera la llave del nuevo mundo. La Habana, la más importante base de ultramar en el siglo XVI. La Habana, la ciudad que comenzó en el siglo XIX a expandirse fuera del sector amurallado que le sirvió de marco por más de 2 siglos. La Habana, que baila en el día con la brisa musical y el calor de su brillante sol. La Habana, que te emborracha al ritmo de su aguardiente y su son.
La Habana de noche, es una ciudad distinta.
La ya famosa jinetera que atraviesa las calles sin mirar porque lo que busca es el dollar estadounidense, el chico que se prostituye porque en su casa necesitan comer. ¡Cuánta miseria acumula esa noche tropical que deambula por mi Habana!
Y este bendito muro guarda tantos recuerdos, tantos besos de enamorados; un muro compacto que, tanta resaca ha sufrido, firme ha visto atropellos, desfiles de esperpentos escandalosos rasgándose las vestiduras por envidia o enojo, botas sucias manchando este hermoso, e inigualable país, verdes uniformes desmoronando este suelo que, de ardiente llama de prosperidad a reducidas cenizas ha llegado. Esto y mucho más representa nuestro muro del Malecón.
Este balcón al mar se fabricó con el sudor de muchos hombres que gracias a esta construcción llevaban el pan de cada día a sus hogares. Su extensión es finita aunque los ojos no ven el fin, empezando en La Habana Vieja, este muro se extiende desde la antigua Lonja del Comercio hasta el Torreón del restaurante que lleva por nombre 1830, en el Vedado, uniendo así en ayer y hoy los dos extremos de la ciudad de La Habana. Recorriéndolo cambia el paisaje ante nuestros ojos; desde edificios antiguos, monumentos históricos, parques de amplias plazoletas, museos coloniales, hasta llegar a las proximidades del Vedado, zona más moderna. En este trayecto el muro se interrumpe unos metros por la construcción de La Punta, edificio que fuera fuerte español en el siglo XIX y justamente ahí es donde se rompe con lo antiguo, para encontrarnos con edificios de cristales, desde donde la vista de este muro parece el fin de un abismo, desde donde se ven golpear las olas contar sus arrecifes y la espuma que produce nos envuelve con fuerza.
Justo antes de llegar a la calle 23 del Vedado nos encontramos con un extraño contraste: civilización y modernismo al lado de uno de los hoteles más antiguos de la ciudad: El Nacional, una alta colina rocosa que aun conserva viejos y herrumbrosos cañones y en la cima, el edificio de estilo español. Un poco más adelante estuvo el monumento al Maine, barco cuya explosión dio inicio a la guerra entre españoles y norteamericanos. En el tope del monumento se erguía majestuosa el águila americana, hasta que la derribaron, ahora sólo quedan los pilares tallados. Y al final de esta avenida que de un lado guarda el decursar de los años y los cambios que esto conlleva y del otro la firmeza, la solidez de esta muralla que da al mar; un torreón en forma tubular con dos plantas de pisos de madera y paredes rocosas, algo sumamente primitivo convertido en un acogedor restaurante-bar. Aquí se termina el muro; hemos recorrido 4 siglos que van desde el colonialismo al comunismo, para esto también sirve este muro que data de tantos años. Cuantas manos pusieron las piedras que hoy te hacen fuerte, son pocas las que hoy aun te pueden tocar. Para cuantas cosas has servido, sin ser milenario, cuanta historia guardas.
I
La Habana, la ciudad de los soñadores, de los cazadores de ilusión. La Habana de noche es un lugar distinto, de día el calor arde y el ruido nos marea, de día el cielo nos ilumina con la bendición del sol y la noche es oscura y melancólica; algunas calles representan un internacional burdel, otras el llanto de un bebé a quien su madre trata de dormir entre las tinieblas de un apagón; la ciudad se transforma en el país de los sueños, en la viñeta de las ilusiones,¡Qué Dios bendiga a nuestro país!, suena en cada calle como un silente clamor. Mi Habana ¿En qué te han convertido?, Mi linda y alegre ciudad de tambor y baile, de guitarra y canción, mi hermosa Habana, la más grande en mi corazón.
La ciudad de la Habana, tomó su nombre de quien fuera jefe del cacicazgo que se extendía desde el pueblo que hoy llamamos Mariel, hasta la hoy conocida por Provincia de Matanzas; HABAQUANEX. Ese era su nombre.
La Habana, que fue titulada ciudad en 1592. La Habana, que se convirtiera en la capital de la isla en 1607. La Habana, la mayor capital centroamericana y antillana. La Habana, que fuera la llave del nuevo mundo. La Habana, la más importante base de ultramar en el siglo XVI. La Habana, la ciudad que comenzó en el siglo XIX a expandirse fuera del sector amurallado que le sirvió de marco por más de 2 siglos. La Habana, que baila en el día con la brisa musical y el calor de su brillante sol. La Habana, que te emborracha al ritmo de su aguardiente y su son.
La Habana de noche, es una ciudad distinta.
La ya famosa jinetera que atraviesa las calles sin mirar porque lo que busca es el dollar estadounidense, el chico que se prostituye porque en su casa necesitan comer. ¡Cuánta miseria acumula esa noche tropical que deambula por mi Habana!
Y este bendito muro guarda tantos recuerdos, tantos besos de enamorados; un muro compacto que, tanta resaca ha sufrido, firme ha visto atropellos, desfiles de esperpentos escandalosos rasgándose las vestiduras por envidia o enojo, botas sucias manchando este hermoso, e inigualable país, verdes uniformes desmoronando este suelo que, de ardiente llama de prosperidad a reducidas cenizas ha llegado. Esto y mucho más representa nuestro muro del Malecón.
Este balcón al mar se fabricó con el sudor de muchos hombres que gracias a esta construcción llevaban el pan de cada día a sus hogares. Su extensión es finita aunque los ojos no ven el fin, empezando en La Habana Vieja, este muro se extiende desde la antigua Lonja del Comercio hasta el Torreón del restaurante que lleva por nombre 1830, en el Vedado, uniendo así en ayer y hoy los dos extremos de la ciudad de La Habana. Recorriéndolo cambia el paisaje ante nuestros ojos; desde edificios antiguos, monumentos históricos, parques de amplias plazoletas, museos coloniales, hasta llegar a las proximidades del Vedado, zona más moderna. En este trayecto el muro se interrumpe unos metros por la construcción de La Punta, edificio que fuera fuerte español en el siglo XIX y justamente ahí es donde se rompe con lo antiguo, para encontrarnos con edificios de cristales, desde donde la vista de este muro parece el fin de un abismo, desde donde se ven golpear las olas contar sus arrecifes y la espuma que produce nos envuelve con fuerza.
Justo antes de llegar a la calle 23 del Vedado nos encontramos con un extraño contraste: civilización y modernismo al lado de uno de los hoteles más antiguos de la ciudad: El Nacional, una alta colina rocosa que aun conserva viejos y herrumbrosos cañones y en la cima, el edificio de estilo español. Un poco más adelante estuvo el monumento al Maine, barco cuya explosión dio inicio a la guerra entre españoles y norteamericanos. En el tope del monumento se erguía majestuosa el águila americana, hasta que la derribaron, ahora sólo quedan los pilares tallados. Y al final de esta avenida que de un lado guarda el decursar de los años y los cambios que esto conlleva y del otro la firmeza, la solidez de esta muralla que da al mar; un torreón en forma tubular con dos plantas de pisos de madera y paredes rocosas, algo sumamente primitivo convertido en un acogedor restaurante-bar. Aquí se termina el muro; hemos recorrido 4 siglos que van desde el colonialismo al comunismo, para esto también sirve este muro que data de tantos años. Cuantas manos pusieron las piedras que hoy te hacen fuerte, son pocas las que hoy aun te pueden tocar. Para cuantas cosas has servido, sin ser milenario, cuanta historia guardas.
miércoles, 2 de julio de 2008
Cual Embargo
Estuve ausente por unos días, tenía una visita muy especial, Osmel, mi Marine, para quien yo soy su segunda mamá y quien es mi único hijo. Felicidades Osme, ya que le acaban de dar una promoción. Ahora pasemos a los asuntos. El tema de Cuba es inevitable para nosotros, no importa en que año arribamos a tierras de libertad, pero si fue de adulto, olvidate, que siempre es un tema . Yo, por muchos años, lo olvidé, en el buen sentido ,ya que en mi corazón siempre estaba. Viví por algunos años en un pueblito del Estado de New York, llamado Geneva, en donde sólo habíamos 4 cubanos, no se escuchaba ni radio , ni televisíon en español, y dado mi desconeccíon con la isla, sencillamente no estaba al tanto de lo que pasaba en ella ni de lo que ocurría en Miami. Pero eso cambio cuando me mudé para ala Capital del Sol, y dejé atrás la fría y sucia nieve, pero eso es otra historia, yo quiero tocar el tema Cuba, hoy por el rumor de que cambio la restricción de viajar cada tres años, por la autorización de hacerlo anualmente. Aquí vamos con el consabido y regastado EMBARGO que, en realidad NUNCA ha existido, Cuba siempre se las ha agenciado para comprar o vender con todos y esto incluye a Los Estados Unidos de Norteamerica; lo ha hecho por medio de Empresas Fantasmas (que son empresas que trabajan o lo hicieron en su momento bajo licencias de otros países entre los que recuerdo estuvo Panamá), también gracias a personas inescrupulosas, con dinero que les han servido de cobertura, en fin que como ya dije nunca existió el mal nombrado embargo.
Pero ahora veo en los mercados el café CUBITAS, cuyo envase dice: HECHO EN U.S.A y sé que es el café que venden en las tiendas de divisa en la Isla, entonces¿es hecho aquí y se vende en Cuba? o ¿es hecho en Cuba y se vende aquí? Ese es el misterio, pero sea cual sea la respuesta, denota que no hay embargo, sin contar los negocios que se efectúan entre granjero americanos, ganaderos y otros productores y el gobierno de la isla.
¿Cual es la hipocresia? Solo politiqueria mala y barata para seguir alimentando a algunos políticos y a los ingenuos que creen que uno de los que se siente en la Casa Blanca derrocara a UN SISTEMA QUE ES TAN CONVENIENTE PARA TODOS QUE SIGA OPRIMIENDO AL PUEBLO CUBANO, y ¿saben qué?, que he llegado a pensar que es parte del plan que los más afectados sean nuestros parientes en Cuba porque no es concebible que las restricciones solo sean dirigidas a los de a pie tanto aquí como allá.
Todo esto sin mencionar que este país comercia con todos o casi todos los países terroristas del mundo, y que no es mejor Corea o Vietnam y sin embrago para los que quieren ir a esos países no hay prohibiciones. Por favor, dejemos el juego ya y al menos que se nos permita tener verdadera libertad de acción y movimiento.
Pero ahora veo en los mercados el café CUBITAS, cuyo envase dice: HECHO EN U.S.A y sé que es el café que venden en las tiendas de divisa en la Isla, entonces¿es hecho aquí y se vende en Cuba? o ¿es hecho en Cuba y se vende aquí? Ese es el misterio, pero sea cual sea la respuesta, denota que no hay embargo, sin contar los negocios que se efectúan entre granjero americanos, ganaderos y otros productores y el gobierno de la isla.
¿Cual es la hipocresia? Solo politiqueria mala y barata para seguir alimentando a algunos políticos y a los ingenuos que creen que uno de los que se siente en la Casa Blanca derrocara a UN SISTEMA QUE ES TAN CONVENIENTE PARA TODOS QUE SIGA OPRIMIENDO AL PUEBLO CUBANO, y ¿saben qué?, que he llegado a pensar que es parte del plan que los más afectados sean nuestros parientes en Cuba porque no es concebible que las restricciones solo sean dirigidas a los de a pie tanto aquí como allá.
Todo esto sin mencionar que este país comercia con todos o casi todos los países terroristas del mundo, y que no es mejor Corea o Vietnam y sin embrago para los que quieren ir a esos países no hay prohibiciones. Por favor, dejemos el juego ya y al menos que se nos permita tener verdadera libertad de acción y movimiento.
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