La mal llamada caravana, que no es
más que una recua, una tropa conformada por una simbiosis de incautos, forajidos
y elementos desestabilizadores, manipulados y muy bien orquestados por intereses
tanto económicos como políticos con el único fin de penetrar esta gran nación y
resquebrajar sus cimientos.
Desdichadamente la prensa en su
gran mayoría deliberadamente trata de sensibilizarnos con las escenas visuales
y narradas de los más vulnerables, sin plasmar el hecho de que obviamente
quienes intentan llegar para buscar una mejor vida no tendrían dinero para
autobuses, alojamiento en hoteles o teléfonos celulares como se ha visto y
hemos oído de boca de algunos de ellos mismos.
Incluso les han adoctrinado y eso
se ve cuando los oyes decir que tienen el derecho a entrar acá y tener una vida
mejor, y yo me pregunto ¿Quién les da el derecho a invadir ilegalmente el suelo
de otro país? Claro que es inalienable el derecho de todo ser humano a
procurarse una vida en la que sus derechos humanos sean respetados, donde
puedan trabajar y proveer a su familia los bienes necesarios pero, ¿a costa
de invadir otro país, de reclamar y exigir en un país que no es el suyo lo que
en el de ellos no hacen?.
Vamos a hablar a camisa quitada; ni
este país ni ningún otro tiene la obligación de darles nada porque aun el asilo
político, ya lo dice el concepto es para personas que huyan de persecución no
para personas que no tengan trabajo u oportunidades de mejor vida en sus países.
Si desean emigrar ha de ser de manera ordenada y por los canales legales, de
otra manera no es aceptable y los Estados Unidos de América la única responsabilidad
que tiene es con sus ciudadanos, es defender su suelo de agresiones, aun las
supuestamente pacíficas.
Es lamentable, sí muy lamentable
que personas de muy bajo nivel educacional y que viven sumidos en una terrible
pobreza caigan presa de esa absurda patraña con la que le han comido el cerebro,
pero nos son los Estados Unidos los que tienen que resolver ese problema son sus
gobiernos.
Esto no es una cuestión partidista
ni presidencial, ni siquiera es humanitaria, esto es obra de enemigos de este
país tratando de crear el caos, la división interna y posiblemente la violencia
que todo esto generará. La solución a estas alturas no se ve muy alentadora y a
los ojos de las leyes de causa y efecto cada cual recibirá lo que se ha buscado
lo merezca o no; sea lo justo para ellos o no.
Que Dios ponga su mano y ayude a que
los daños sean mínimos y que Dios bendiga a esta gran nación.@ T.N