miércoles, 8 de junio de 2016

REVELACIÓN
Tras un día de aplausos, vítores y halagos que alimentaban su ego, dejándole un sentir de grandilocuente personalidad por demás engañoso y falso. Ella, la mejor; ella la mujer show. La talentosa de los escenarios, se acurrucó en su reclinable favorito, contemplando la luna reflejada en el mar. Se quedó profundamente dormida y aún hoy no sabe si en verdad ocurrió o si sólo embelesada de cansancio, lo soñó. Lo cierto es que después del suceso, enloqueció.

Se levantó en la madrugada y caminó hacia el cuarto de baño sin encender ninguna luz, no quería despertar a su amante. Al pasar frente al espejo, del mismo emanaba una brillante luz que atrajo su mirada, la imagen que allí vio la aterrorizó pero tambien la atrapó. Una muy cínica sonrisa  en labios que sangraban, ojos color envidia que como lamento rugían dentro de un rostro apaborizante mezcla de odio y dolor. De la masa carnosa de los labios aun sin abrir brotaban culebras de resentimiento, escarabajos de rencor, una miríada de malévolas víboras y los labios se movieron susurrando: ¿Por qué te asusta mirarte? Ella reaccionando le contestó: ¿Qué dices?, no te entiendo, ¿quién eres? Una estruendosa carcajada retumbó estremeciendo el lugar y un eco profundo decía Soy yo, soy yo, soy yoooooo. © T.N

70 Años

  Arribo a la década siete siete escalones del aprendizaje siete mares recorridos siete.   Y setenta son muchos, o quizás son tan pocos porq...