REGALO II
Levanto mis
ojos al cielo
Y sin dudar
Clamo a mi
Dios
Y exalto sus
bondades hacia mí.
Generoso
cual ninguno
Me ha
concedido
La palabra
que tanto amo
Y el verbo
que bien conjugo
Vistió de
gala mi pluma
Vistió de
azul mi porvenir
Que la vida
al sonreír
Me colmó de
mil venturas
Y con gozo
infinito
Me aplaude
Dándome con regocijo
Un abrazo de
ternura.
Vida de
eternidad
Cuando por
toda verdad
Brilla en la
inmensidad
La
inspiración,
Que es
eterna.