VISIÓN
Recorriendo
la ciudad, calles alumbradas, callejones a oscuras, mirada al suelo,
pensamiento al cielo. Así, sin mas volaba su imaginación. De pronto una
luciérnaga le detuvo. Él la miró, ella sonrió.
El
pasaje de un ayer que tenía dormido se hizo presente y vio que en el arroyo,
desnuda y tierna su amada se ahogó.
La
luciérnaga que leía su mente, palideció y él que de pronto la reconoció,
llorando le dijo:
-
Llegué tarde, perdón.