sábado, 25 de septiembre de 2010

ANDREA BIEN MERECE UNA MISA VIII

- A propósito-dijo él dándole un sobre- estos son tus honorarios.
Ella tomo el sobre, lo abrió y más aún abrió sus vivarachos ojos color café
- Esto no puede ser cierto- exclamó-¿Quién nos pagó?
- Nos pagó Tony, pues al final y pese a que él no pensaba reclamar la herencia, la recibirá y entonces podemos decir como en los cuentos infantiles: colorín...
- No, no- le coartó ella- aquí, después de tanto susto, intriga y engaño, diremos con una gran sonrisa: Andrea, bien merece una misa.

70 Años

  Arribo a la década siete siete escalones del aprendizaje siete mares recorridos siete.   Y setenta son muchos, o quizás son tan pocos porq...