Majestuosa, indescriptible, es por eso que prefiero mostrar esta foto, que vale mas que mil palabras: La Pirámide de Kukulcan en Chichen-itza, hoy en día una de las siete maravillas del mundo moderno. La energía que proviene quizás de la emoción de su encuentro vitaliza el alma y nos conduce a un viaje en el tiempo, ayudados por el guia maya que al explicar los datos del lugar es tan descriptivo que puedes ver al Chaman en la cima.
El conocimiento de esta civilización fue tan extenso que aun hoy no hay una explicación lógica para que sus construcciones fueran tan perfectas, solamente en esta, baste decir que las escaleras tienen 91 escalones por cada lado que sumados a la plataforma en el tope de la pirámide nos da 365 ¿mera casualidad?
Por otra parte cuando los antiguos mayas se reunían allí, hacían sus peticiones y según la leyenda el Quetzal, su ave , les respondía y hoy en día si te paras frente a cualquiera de sus lados y palmeas oye el grito del ave como respuesta, ¿magia?, no lo creo, mas bien un tremendo conocimiento sobre acústica. A ambos lados de la escalera principal, justo en la base se encuentran dos cabezas de serpiente, es hasta aquí que baja la sombra recorriendo la pirámide en forma descendente en los solsticios, ¿otra casualidad? u otro punto para pensar.