Qué fácil es decirlo
y cuán difícil de explicar,
que te adoro cuando en las mañanas
tu rodilla te entorpece.
Que te adoro
cuando te beso,
después de un día
tensionado y triste.
Te adoro
cuando tus ojos destellan para mi
cual ninguna estrella puede fulgurar.
Te adoro
a través del tiempo.
Te adoro
con el paso de los años
que nos vieron crecer
en madurez y amor.
Te adoro
con cada cana que peino,
porque adoro cada rincón de tu piel;
que me hace vibrar como el primer día
en que pronunciaste tu nombre.
Que desandas mis caminos
como sembraste el tuyo en el mio.
Que provocas mi risa y mi llanto
de pura felicidad.
Te adoro
¿Tengo que decir más?©T. N