Vericuetos callados
sinuosas colinas
de intrincados recuerdos
que no quiero olvidar.
Recodos donde la imaginación
pierde la línea
y las emociones se
mezclan
hasta fundirse.
Y el afán del no fue
y la visión borrosa
de imágenes imprecisas.
Después de un rato
complicados olores
dicen que había flores
y vino agrio que recordar
y que no fue aquella, ni la otra
que no dijimos lo que tal vez…
y si lo hicimos fue el alcohol.
Que no hubo noche ni atardecer
que si el sol brillaba
la luna tambien
que nos quisimos
de a de veras
qué, qué...
qué más da un recuerdo
si tatuada en la piel está
aquella caricia
que me diste una vez.
Vale querer aun en la ausencia
vale que duela
el no verte jamás.
Pero que dolor más dulce
el del beso que no olvido
que delicioso dolor
el del amor que nunca se fue.© Tere Núñez (ABECEDARIO)