En esas madrugadas
donde jugábamos al amor,
pusimos a danzar a una
estrella
que bautizamos ilusión.
Y así sin más
entretejiendo una maraña
de falsas promesas
truncadas citas
y erróneas por demás
…libaciones,
accedimos a un pecado
que consumió el deleite.
No hubo mariposa que
revoloteara
en el intenso devenir
de tantas ganas,
no se abrieron flores
del capullo que
de lava se estremeció.
La noche se iluminó
de un fuego violáceo
de pasión.
El día se abrió
al enorme gemido
que dejamos por canción.© T.N