Dime que la vida
te contó
que cada día nacía el Sol
y que cuando moría una flor
un ángel venía al encuentro
del Ada de cada cuento
que terminaba en pasión.
Dime si vez alguna
en lo vivido acumulas
tanta agua en caudal
que el recipiente desborda
por la ley de la gravedad.
Y que hay una tempestad que borda
la figura del destello
que no hay nada más bello
que tus ojos y tu mirar.