Fue un soplo,
un viento acariciador
lo que alentó mi sonrisa.
Breve encuentro
que fugaz me enlazó.
¿Cuánto quedó sin decir?
¿Cuánto guardo el corazón?
¿Cuánto calló el propio silencio?
sin ocasión de expresión.
El leve suspiro
que nuestro aliento unió,
dobló el recodo
y en el abismo se hundió. © Tere