De mi último libro Prosa de mis Amores:
Son reminiscencias, reminiscencias melancólicas, si se me permite la licencia. Reminiscencias de antaño, porque todas las reminiscencias son de antaño. Son la vida misma vista desde después , después que transitas los 60, ¡qué paso tan decisivo son los 60!. Nunca lo sabrás hasta que llegues, si es que llegas.
Aquellos que nunca conocieron esa edad, fueron muy felices y se perdieron grandes experiencias,que paradójico es vivir; vivir, que no parece ser mas que dejar pasar los años, es, sin embargo,experimentar cambios, sufrir experiencias, tener vivencias. Es algo maravilloso. Y yo, en lo personal, admiro a los de 90. ¡Caray, cuánto han vivido! ¡Cómo saben! Porque también el conocimiento está condicionado por la extensión de la vida, lo creas o no, por más ignorante que seas; si vives mucho, no se si aprendiste, pero la oportunidad tuviste.
En fin, son reminiscencias, como antes decía y también dije de antaño, porque esa palabra lleva implícito la melancolía y el tiempo. Ese divino aliado-enemigo que todo lo vuelve y todo lo arregla-empeora.
Cuando yo era muy pequeña, mi frase favorita era " ¿ Por qué?. Hoy, también me pregunto lo mismo, solo que ya se que no hay respuesta para eso, y que si la hay, no nos satisface.
¿ Ves?, así es la vida, paradójica. La mayor parte de las veces, cuando aprendes algo, ya no te sirve y cuando necesitas la experiencia, aun no la tienes. ¿ Qué me cuentas? Así es.