miércoles, 10 de septiembre de 2008

II ( continuación); III;IV; V

- No se latín-dijo Tomas-Oye esta mañana dijiste que habías venido para La Habana a los 17 años-estaba tratando de iniciar su conversación.
- Si, nací en Santa Clara, teníamos una bonita casa de dos plantas en el centro de la ciudad, mi abuela, la cultísima señora ciega, así le decíamos, sin que ella se enterase, claro esta; mi abuela fue quien inauguró la casa cuando se casó y allí nacieron mi papa y mi tío, sus únicos hijos. Me encanta recrearme en esos recuerdos-manifestó.
- Eso quiere decir que tuviste una niñez feliz- afirmó él.
- Si, así fue. Mi abuela era la rectora de la casa y su crianza fue medieval, pero era muy comunicativa, algunos dicen que yo me le parezco. Bueno como te decía, ¡Ah!, mira- ya iba a empezar con otro relato del lugar y Tomas no la dejó.
- Sigue tu cuento por favor, no se por que pero creo que tu relato personal será mas interesante que el del monumento.

- Como quieras, era- dijo continuando- una casona colonial, de esas que tienen balcones interiores a todo alrededor, mi abuela había puesto maceticas de todos tamaños con geranios, gardenias; era todo un jardín, yo adoraba los geranios ; los geranios pertenecen a la familia de las Geraniáceas, que tiene unas 700 especies entre las que esta mi preferida, las del genero ”Geranium”, son flores con una simetría bilateral o actinomorfas y aunque la época de floración es la primavera, florecen todo el año, sus flores son vistosas y de gran variedad de colores; deben regarse dos veces por semana en verano y muy poco en invierno. ¡Ah!, y lo más importante, al regar debes mojar solamente la tierra, sin mojar la parte de arriba de la planta de lo contrario puede desarrollar hongo. ¿Qué te parece? ¿No son divinas?, piensa, poca atención, mucho sol y te devuelven el placer de su colorido todo el año-terminó diciendo.

- Eres toda una joyita, una enciclopedia. Además de Historia y Jardinería ¿qué mas?- dijo un poco burlonamente.
- Si te burlas, te diré que la burla es la primera respuesta que denota Ignorancia- contestó ella.
- Sin ofensas ¿eh?, porque entonces tendré que decirte que la sabiendología es una petulancia-rebatió él.
- Creí que querías conocerme y que estabas dispuesto a escucharme-aclaró ella.
- Discúlpame, en efecto eso te dije y eso quiero, solo bromeaba, en realidad estoy encantado con tu platica-dijo él suavizando la tensión.
- OK, ahora trata de encantarme tú a mí- dijo sentándose en uno de los bancos del parque de la Plaza de Armas.
- No, primero termina tú la historia de tu familia- pidió él mientras se sentaba a su lado.
- Créeme que no tienes interés en conocerla. Mejor te hablo de la casa- dijo para seguir con su relato-cuando abrías la puerta de la calle te encontrabas un Zaguán en donde había una credenza, un espejo de pared estilo Reina Victoria y un palo para colgar sombreros y abrigos, a continuación había un pasillo a la izquierda y otro a la derecha y frente a ti el patio central con una fuente con pececitos y todo- rió con sus recuerdos de una vez que teniendo unos 6 años de edad quería dormir con uno de los pececitos y como no la dejaban, bajó subrepticiamente en la noche, cogió un pomo de la cocina y en el metió lo que ella creyó que era un pececito, lo llevó a su habitación y a la mañana siguiente la despertó su madre preguntándole ¿Cómo había llegado a su cuarto un pomo con una yerbita adentro?.

- Oye, ¿Qué tienes?- dijo Tomas sacándola de sus pensamientos.

- Ah, si, ¿Dónde me había quedado?, ya, si seguías por el pasillo de la izquierda tenias varias puertas; la primera era la sala, la segunda una saleta con un enorme piano de cola, que tocaba mi abuela, la tercera era la cocina y al final de frente a la puerta de la calle pero en el extremo opuesto, el comedor; atrás del cual estaba el cuarto de criados con un baño, ese lo ocupaba una negra que estaba ahí desde que tengo memoria, era cocinera, nana, todo; se llamaba Tomasa, era un amor.

- Perfecto estoy ubicado, vamos al otro pasillo- dijo él invitándola a seguir.
- Si tomabas el pasillo de la derecha la primera puerta era la biblioteca de mi papá, después el salón de costuras de mi mamá y por último una salita de juegos en donde se encontraba la escalera para el segundo piso.
- Ya estoy ahí- dijo él.
- Arriba estaban los dormitorios y dos baños.
- ¿Cuál era tu habitación preferida?-preguntó Tomas.
- La biblioteca de mi papá, normalmente no me permitían entrar- repuso.
- Y por eso era la que mas te gustaba- concluyó él.
- Por eso y porque mi papá tenía libros de Historia fabulosos y leerlos me permitía viajar hasta en el tiempo- declaró.-He visitado La Pirámide de Keops , Los jardines colgantes de Babilonia , La Bastilla en el día de su toma y muchos otros sitios-afirmó.
- Que bueno que pronto visitaras uno de a de veras-comentó él.
- Si, el ansiado paraíso-dijo ella entre lacónica e irónica.


Al anochecer había tanto calor que el aire pesaba y la humedad empapaba las ropas con un sudor pegajoso.
- Mira esto- dijo saliendo del baño- me acabo de duchar y las gotas de sudor me corren por la espalda- dijo ella
- Y caen donde la espalda pierde el nombre- dice él terminando la frase.

Ella no presta atención y abre la puerta, bajando las escaleras, él le cae atrás.

- Espera- le grita.

Cruzan la ancha avenida y se sientan en el muro del Malecón, los dos contemplan el mar en silencio.
- Cuando mi hermano murió yo también me quise morir- comenzó a decir él rajando con esa oración el aire.
Ella permaneció en silencio.
- Mi familia esta del otro lado del charco; padre, madre, y una hermana, Marbas, espíritu de maldad- dijo él.
- La amas- afirmó Tua.
- Amo la tierra que se tragará sus entrañas el día en que muera; Marbas, creo que esa es una de las razones de mi miedo-reflexionó.
- Querido Tomy, aquel país es tan grande que no tienes ni por que encontrártela- le confortó Tua.
- Eso es lo peor, que sí, si quiero encontrármela y por eso tengo miedo- aclaró él.
- Disculpa, pero creo que me perdí algo, ¿tuvo ella algo que ver en la muerte de tu hermano?- preguntó.
- Déjalo así- respondió él-Ves a aquella señora a mi izquierda- continúo, cambiando el tema.
- ¿La del vestido beige?- preguntó ella.
- Esa misma- confirmó Tomas-¿A que no adivinas como se gana la vida?
Ella ríe y después contesta.
- No me digas que es jinetera porque será la jinetera de la senilidad.
- No chica, claro que no es jinetera, sabes muy bien que los extranjeros quieren jovencitas, si son niñas mejor; esta señora vende orine- declaró.
- ¿Vende orine?- repitió ella asombrada.
- Si, es diabética-aclaró él.
- Y ¿por qué el orine de diabético es vendible?- volvió ella a preguntar, aun sin entender.
- Te agarré, al fin encuentro algo que no conoces-dijo él satisfecho-a los diabéticos les dan pollo, leche, ¿Qué pasa?, ¿tu no vives en este país?
- Verdad, es que en realidad ese negocito no me lo sabía, y ¿Cuánto saca?
- Depende de cuanto orine, porque clientes siempre hay; a veces lo vende a cinco dólares y otras a ocho. Mira, ya se va-dijo Tomas, mirando a los lados- Si, hay viene la Fiana (término para definir a la policía)-señaló él.
- ¿De donde saca los envases?-pregunta ella.
- Son botellas plásticas, ella se pasa la noche recogiendo botellas en la zona de la Catedral, anda de arriba para abajo con la java llena de envases- le contó él.
- Claro, los turistas tiran muchas botellas de agua mineral-razonó ella.
- Exacto y ella las recoge, después durante el día, una vez llenas, las vende-explicó él- esas deben de habérsele quedado porque en la noche es mas peligroso para el negocio, sobretodo ahora que hay tantos policías merodeando.
- ¿Nunca la ha cogido la policía?-vuelve ella a indagar.
- Si, la han parado para registrarle la java, pero con tan buena suerte que siempre ha sido cuando están vacías, ella dice que las coge para almacenar el agua pues no tiene envases, y no le hacen nada- explicó él.
- El calor me esta matando-dijo ella-¿a que horas crees que volverá la electricidad?
- ¿Quieres apostar?-pregunta él.
- ¿Cómo que apostar? Sólo fue una pregunta- respondió ella.
- Bien, pero si sabes que la gente apuesta, ¿no?-insistió él.
- No, no lo se- respondió Tua.
- Hoy es mi noche-dijo el frotándose las manos-te explico; la bolita se jugaba con la lotería de Puerto Rico o de Venezuela, pero con los apagones se ha puesto difícil y como la gente no la oye no confía en lo que dice el apuntador y como lo que no falla aquí es el apagón la apuesta es a que hora vendrá la luz y cuantas horas faltó-Tomas se sonreía al ver la cara de Tua.
- Eso es realmente vicio al juego- repuso ella.
- Depende, también se le puede llamar; algo en que entretenerse en un lugar donde las diversiones son tan escasas-agregó él.
- O también se le puede llamar: Humor Cubano-puntualizó ella.
Ambos rieron; bendita risa del cubano que le permite ventilar sus emociones, guardar las lagrimas y refrescar su alma.
- Tomas, ¿conoces a alguien en el instituto del libro, cultura o algo así?- pregunta Tua.
- No directamente, pero, ¿Qué necesitas?, tengo mis contactos- trató él de averiguar.
- Tengo una amiga que ha escrito un libro de recetas de cocina en Periodo Especial (así llamado el periodo de tiempo que siguió desde la caída del muro de Berlín y el desmoronamiento del bloque soviético), es una verdadera joya, en el te encuentras desde como hacer un bistec de cáscara de Toronja hasta el picadillo de gofio o como ensamblar un ventilador con rastros de otros equipos – explicó ella.
- Pero Nena, aquí todo el mundo sabe hacer esas cosas, al fin que son inventos cubanos, tu amiga debe enviar ese libro para la Yuma- dijo él – allí si necesitan aprender-terminó riendo
- Si, para los que viven del otro lado será más divertido que un libro de chistes, al final hay tanta buhonería en nuestro modo de sobrevivir que es patético, pero a la vez tan surrealista que resulta bucólico- dijo con melancolía.
- ¿Dónde esta tu amiga?- pregunta él.
- Ella esta en el interior, pero yo tengo el manuscrito, ¿quieres verlo?-preguntó entusiasmada.
- Claro- respondió él.
III

El sol saludaba en la ventana y la brisa del mar confortaba el sueño de Tua cuando un ruido la despertó, tardó unos segundos en darse cuenta que el ruido eran golpes en la puerta de su apartamento y que además iban acompañados por gritos muy audibles pero nada entendibles.

- Ya va- gritó ella.

Los gritos seguían, ella tomo su bata y se la puso, no encontraba las zapatillas y como los gritos persistían en apremiarla, corrió descalza hacia la sala; al abrir la puerta vio a Gudelia tirada en el suelo.
- Gudelia, ¿Qué le ha pasado?- preguntó ella asustada.
- A mi nada Tua, ayúdame- decía entre sollozos.
Tua le ayudo a levantarse y la arrastro hacia adentro, la sentó en una butaca.
- Gudelia, voy a darle un poco de agua, usted se va a calmar y me va a explicar que es lo que pasa.
- Ayúdame, ayúdame-seguía diciendo la mujer.
- Si, si, claro que la ayudo pero para eso- decía trayendo el vaso de agua- me tiene que decir, ¿Qué es lo que pasa?
La señora temblaba como hoja de palma que empuja el viento, Tua aguantando el vaso, le ayudo a beber el agua mientras le pasaba la mano por la cabeza tratando de apaciguarla.

- Mi nieto- empezó a decir la mujer ya mas tranquila- no se si esta muerto o preso.
- ¿Cómo que no sabe?
- No, me dijo que la lancha, la balsa o no se que carajo en lo que se iban fue atacada por la Griffin (embarcaciones que patrullan las costas cubanas para evitar las salidas por mar).
- ¿Quién le dijo?
- Rosa, la mujer de Miguel, él también iba en eso.
- ¿Dónde esta Miguel?
- El esta preso, llamo de la cárcel.
- Bueno, la entiendo, pero ¿Qué le hace pensar que su nieto puede estar muerto?
- Porque el dijo algunos estamos aquí y otros murieron.
- ¿Quién dijo eso, Miguel?
- Si, Rosa vino a avisarme, ella lo sabía todo chica y la muy mala pécora nada me dijo.
- Bueno, usted sabe como es eso, la gente no habla porque esas cosas “en silencio han tenido que ser” (alusión al nombre de una serie televisiva de espionaje) y ella, ¿no se iba?
- No ella no, ¿Cómo crees que va a meter en eso a su bebita?
- ¡Ah!, claro, aunque hay tanto inconsciente que si lo hace, en fin. Lo primero es averiguar si el esta preso, venga conmigo, la acompaño a su casa, se recuesta, yo me visto y voy a salir a averiguar.
Tua llevo a la mujer hasta su apartamento a dos puertas del de ella, la convenció para que se acostara y fue a la cocina.” A ver a ver, Gudelia debe tener hojitas de algo, aja, aquí esta- decía ella en voz alta- esto debe de ser, dijo oliendo, si, esto es naranja, bueno le preparo un te con hojas de naranja, al menos es algo calentico que le ayudara a relajarse”.Dicho y hecho, puso las hojas a hervir en un jarrito, vio que no había azúcar, así que dejo la puerta abierta y fue hasta su apartamento.
- Buenos días, pensé que te me habías escapado-decía Tomás.
- Hola, ¿Cómo amaneciste?- respondió ella.
- De maravilla, vengo dispuesto a leer el recetario.
- Entra- dijo ella abriendo la puerta- espérame aquí- dijo saliendo de nuevo con el azúcar en la mano.

Tua terminó de preparar el té, se lo llevó a Gudelia a la cama y se marchó dejando a la angustiada mujer rezando en silencio.

- ¿Recorres el edificio descalza y en bata?- preguntó él al verla entrar de nuevo.
- Ni me digas, cuando te pregunte como habías amanecido fue porque a mi me tocaron Diana de Terror.
- ¿Algún problema?
- ¿Te acuerdas la señora que nos topamos en la escalera antes de ayer?
- Si, Gudelia.
- La misma,- Tua hablaba desde su habitación en lo que se vestía-parece que el nieto junto con otros del barrio planearon la escapada y fue fallida, entonces una vecina, cuyo marido estaba en el grupo, vino a decirle a Gudelia que había recibido una llamada de Miguel, así se llama el marido, y que él le había dicho que los habían cogido, que algunos estaban presos y otros muertos. ¿Te imaginas como vino a buscarme la pobre Gudelia?
- Pobre mujer, ¿Cuántos eran?
- Ni idea, ahora- decía saliendo ya vestida de su habitación- voy a ver a Rosa, la mujer de Miguel y después decidiré como puedo averiguar en cual caso se encuentra Tito.
- Si quieres te acompaño.
-
- Claro.


IV

Pasaron los días y las autoridades nunca entregaron el cadáver de Tito, Tua estuvo por dos semanas compartiendo sus días y noches con Gudelia, esa pobre mujer no tenia a nadie, toda su familia se había marchado, solo ella y su nieto, ahora fallecido y por el cual ella se había quedado. No había consuelo ni palabras que pudieran ayudar a esta mujer pero Tua creyó que al menos sofocaba su soledad si permanecía con ella y así lo había hecho, pero hoy tras ese largo encierro había llamado a Tomas y se habían encontrado en la Fuente de la India.
La Fuente de la India, es una rotonda con unos dragones que echan agua y en la parte superior tiene una escultura de mármol blanco, que representa a una niña indígena; fue esculpida por Guiseppe Gaginni en 1837 como homenaje al patrimonio.
- Se me ilumino el día.- dijo él al verla llegar.
- Que es un esplendido día – repuso ella.
- ¿Cómo esta Gudelia?
- Como puede, eso de ni siquiera ver el cadáver la mantiene en un estado de confusión -contesta Tua.
- Entiendo. ¿A dónde vamos?
- Vamos a tratar de cruzar el túnel en botella( pidiendo que algún vehiculo los lleve)
- Cuéntame algo, para hacer la caminata mas entretenida- pide él.
- A ver, ¿te habías dado cuenta?- le dice parándosele enfrente y mirando hacia el lado izquierdo.
- ¿De que me tengo que dar cuenta?-preguntó él-¿de que te pusiste bizca?
- No, de que mi ojo izquierdo no se mueve, ¿no lo ves?- continua ella moviendo los ojos en ambas direcciones para que el note que el izquierdo se mueve hacia adentro pero no hacia fuera.
- Si, si, lo veo. ¿Cómo lo haces?
- No lo hago. ¿Por qué no lo puedo hacer?, esa es la pregunta.
- Bueno, eso
- Cuando era pequeñita, pero muy pequeñita; tanto que ni siquiera recuerdo el hecho, solo repito lo que me han contado, mi madre me tenia cargada y bajando las escaleras de la casa, me caí de sus brazos, rodé unos cuantos escalones y me quedé sin conocimiento; en realidad no tuvo mayores consecuencias a excepción de que el músculo óptico de ojo izquierdo me quedo afectado y como consecuencia de ello ese ojo se mueve hacia adentro pero no hacia fuera.
- Estoy impresionado, si no me lo dices nunca lo habría notado. ¿Cómo haces?
- No siempre este defecto paso inadvertido, cuando era niña tuve que soportar muchas burlas por parte de los otros niños y llegue a tener un enorme complejo, porque además siempre he padecido de miopía, unas 9 dioptrías y mis espejuelos eran verdaderos fondos de botella, pero mi padre, muy ingenioso, un día teniendo yo unos 12 años me sugirió que girara la cabeza en la dirección en que iba a dirigir la mirada, con eso aprendí a tapar el defecto.
- Lo perfeccionaste en realidad, y además con ello le diste un toque de coquetería que te queda muy bien.
- Mi padre siempre decía que la coquetería había nacido conmigo.
- ¿Quieres mucho a tu padre?
- Mi padre es el que hace feliz mi niñez, siempre cariñoso, siempre amable-quedo pensando.
- Vamos –grito Tomas ayudándola a subir en un camión.
- Soy todo oídos- dice él para que ella prosiga con su relato.
- Yo creo que por todos esos complejos de los que te hable, siempre fui una persona muy indecisa, me costaba mucho tomar decisiones. Tony fue lo primero realmente importante en mi vida. A mis 15 años la ilusión tenía su nombre y ahí empezó el torbellino de mi mundo. Yo amaba a Tony y él eso dijo y quizás fuera cierto solo que muy enfermizamente se aferraba a mí y en un violento acto en el que luchaba contra su impotencia sicológica, me violó.
- Lo siento- dijo Tomas y ella siguió hablando.
- Mi madre siempre se había opuesto a esa relación como se oponía a todo cuanto le diera ilusiones a alguien, él era un chico simpático, agradable, pero con muchos problemas emocionales, quizás fue eso lo que me atrajo tanto a él. Mi madre era una mujer austera, dura de sentimientos y muy frustrada. Mi padre ya para ese momento se había marchado del país con la esperanza de que algún día se reuniría con sus dos hijas, se había tenido que ir solo porque mi madre no quiso seguirlo. Nunca vi un trato amoroso entre ellos. Yo tenia trece años cuando se fue, la despedida fue triste, muy triste, el siempre me apoyaba, el siempre suavizaba la situación con mi madre. En fin, fue un derrumbe moral, con el tiempo la casa se convirtió en un desierto, no se podía poner música, el televisor se apagaba a las 9 p.m., no se recibían visitas y las luces se apagaban a las 10 p.m. Entonces aprendí un nuevo arte: la evasión, este fabuloso mecanismo me ha acompañado desde aquella época, por siempre y mucho me ha servido, es mi fiel aliado.
- No se que decir.
- No digas nada, no podía oír música, la cantaba, bajito para no oír los alaridos de mi madre y además leía, pasaba largas horas leyendo. Así transcurrieron los dos años siguientes a la partida de mi padre hasta que apareció en mi vida Tony, un esbelto trigueño de facciones achinadas con unos profundos y penetrantes ojos negros, aquí me rebelé, si me rebelé a seguir usando aquellos horribles espejuelos,
- Claro que no veía ni un burro a tres pasos, pero igual no me los ponía, fui tan insistente, quizás por primera vez en mi vida que la dama amargada me complació y me puse lentes de contacto.
- Bien por ti- afirmo el.
- Pero esa no fue mas que la primera de muchas y continuadas riñas
Y enfrentamientos que a partir de ahí me esperaron con mi madre. Por hoy ya tienes bastante- dijo concluyendo y caminó, entrando en El Castillo de los Tres Reyes, bastión que debemos al ingenio de Bautista Antonelli, un ingeniero italiano que dirigió a finales del siglo XVI esta obra para que sirviera de fortaleza a la Villa de San Cristóbal que estaba siendo atacada constantemente por piratas y corsarios debido a su estratégica localización geográfica. El faro que sirviera de guía a los marinos fue inaugurado en 1764 y mas adelante en 1844 fue remplazado por el que hoy aun se conserva.
- Tua-dijo el parándose detrás de ella en uno de las troneras por donde en algún lejano tiempo despeñaban los cadáver hacia el mar-quiero saber que se siente hacer el amor con una mujer como tu.
- ¿Sabes que? Siempre quise tener una comunicación verdadera, con alguien que no me juzgara, una entrega de pensamientos, una armonía cariñosa; SIN SEXO (dijo recalcando las palabras). Cuando sentí esa química contigo, me dije” será el Único” y así es como lo quiero.
- ¿Sabes que?, si soy honesto, yo también lo quiero así, en realidad tire el lance solo por orgullo masculino-dijo Tomas.
- No, lo tiraste porque eso es lo que se espera que hagas; la sociedad y sus patrones. Pero como yo los he roto todos, te voy a enseñar a destrozarlos. Veras como uno se siente verdaderamente libre cuando no hace los que los demás esperan que uno haga.
- Es verdad, lo siento y estoy ávido de aprender a romper esquemas.


V


Tua no quería dejar sola mucho tiempo a Gudelia por lo que por las noches cuando se reunía con Tomas iban a visitar a la vecina que tanta soledad consumía y así aliviaban un poco su pena.
- Voy a empezar con la receta del Picadillo de Gofio- dijo Tua comenzando la lectura:
1 libra de gofio
1 tazas de naranja agria
3 cucharadas de puré de tomate
1 cebolla pequeña o cebolla en polvo
2 dientes de ajo o ajo en polvo
1 chorrito de vino seco
1 trozo de ají
1 cucharada de sal
En una vasija de hierro ponemos el gofio, le agregamos la naranja agria y comenzamos a amasar, haciendo boronillas, lo mas pequeñas posible; cuando logramos tener todo el gofio convertido en diminutas boronillas agregamos el resto de los ingredientes y lo ponemos en la candela a fuego bajito y tapado por unos 20 minutos, tras lo cual lo destapamos, lo revolvemos, cuidando de mantener las boronillas sin que se seque la salsa, lo apagamos y listo para degustar.

-¡Creando una ilusión!, así debía llamarse la receta-comentó Tomas.
- ¡La mentira!- dijo Gudelia- como todo aquí, quien que conozca el verdadero picadillo puede confundirse.
- No hay confusión Gudelia solo regresión, así vivimos aquí, pero déjenme seguir leyendo, miren este es mejor:
Turrón de maní.
½ libra de fríjol colorado
½ libra de azúcar prieta (si no tiene, entonces azúcar blanca)
Lo primero que hacemos es tostar el fríjol, una vez que se pueda manipular se pasa a descascarar o pelar cada grano. Mientras se va haciendo un caramelo en una vasija, los frijoles se ponen en una plancha de metal o madera, agrupados, se vierte el caramelo sobre ellos y se deja endurecer al aire. Una vez que el caramelo este debidamente seco sobre los frijoles se procede a cortar en pedazos de aproximadamente dos pulgadas, quedando así en trozos independientes y podemos saborear un delicioso turrón.

- Una mas – dice Tua – esta es la mejor de todas: Bistec Cubano

1 frazada de piso nueva

1 limón o naranja agria

1 diente de ajo

Sal

La noche antes se pica la frazada en cuadrados de mas o menos 10 pulgadas o a gusto del comensal. Se hierve por una hora a fuego medio, se escurre y se adoba con los demás ingredientes. Al día siguiente se empaniza con huevo y galleta molida y listo para freír. ¡Qué les aproveche!

- ¡Qué horror!- exclamó Gudelia- eso no hay quien se lo como y nadie que no sea cubano se lo va a creer
- Bueno, no es una receta que se haga en las casas, pero sabe que eso sucedió en Matadero entre Monte y Pila.
- Lo saben los que viven aquí pero nadie nos lo creerá, como no creen la mayoría de las cosas que pasan aquí.
- Espera- dice Tomas- déjame buscar el numero de teléfono de mi amigo, quizás algo se pueda hacer porque al menos original esta.
- Es sumamente narcisista llevar la foto de uno mismo en la billetera,¿no cree Gudelia?-dijo Tua haciendo alusión a una foto de el mismo pero con espejuelos que mostró el al abrir la billetera.
- Es mi hermano- contesto Tomas dándole la foto a Tua
- Eran gemelos, eso no me lo habías dicho- repuso ella observando detenidamente la fotografía
- Chicos, estoy cansada, ¿podrían seguir su tertulia sin mi?- preguntó Gudelia bostezando.
- Claro esta mi señora-dijo Tomas, así tengo la oportunidad de llevar a Tua a mi santuario.


- ¿Cansada de caminar?- pregunta el
- No, la brisa nocturna me hace buena compañía
- Pero has estado tan callada todo el camino, ya estamos llegando ¿te sucede algo?
- No, solo pensaba en tu hermano, dicen que los gemelos pueden hasta sentir lo que al otro le pasa, pueden aun a distancia tener el mismo dolor, el mismo temor (datos sobre los gemelos) ¿les sucedió algo de eso?
- Ya llegamos- dijo el abriéndole el paso a Tua por un pasillo oscuro y angosto de lo que en algún momento en sus orígenes fuera una impresionante mansión de dos plantas que seguramente consto de sala, saleta, sala de estar, comedor, cocina, habitaciones dormitorio y biblioteca; hoy es una cuartería, ese es el único nombre que tiene una estructura dividida en cuartos, divisiones de mampostería, de tablas, de cortinas , de planchas de aluminio, de todo cuanto pueda utilizarse para dividir y hacer la ilusión de que vivimos en la misma caparazón pero de modo independiente. Tomas vivía al final del pasillo en el ala izquierda y como solo había dos baños que todos compartían uno en el segundo piso y otro en la planta baja, el, Tomas, había fabricado uno en su estrecha habitación de (medidas); su baño era de paredes de aluminio, tapizadas con fotos de paisajes, que debe haber coleccionado de revistas extranjeras, dentro de ese reducido baño, había hecho una poceta cuadrada en la que había una regadera, además había puesto una tasa de inodoro, lavamanos no había pero en el fregadero de una insipiente cocina que había en la habitación principal se podía lavar la boca o afeitarse. En fin una monería de cuarto.
- Yo tenia una visa aprobada- dice el-Mis padres me había reclamado.
- Entonces tu hermano murió allá
- No, mi hermano y yo no nos parecíamos, el era muy confiado, muy flojo, muy optimista. Yo no, yo siempre quería seguridad, confirmación y nadie podía obligarme a hacer algo de lo que no estuviera convencido. Yo le dije muchas veces que no lo hiciera – Tomas hablaba caminando por la habitación, en realidad parecía revivir ignorando la presencia de Tua- cuando a Marbas se le ocurrió la idea de mandarnos a buscar en una lancha, yo le dije a José que era una locura, ella se había ido hacia tiempo y mis padres estaban con el problema de la edad militar de nosotros, así que ella decidió que mis padres se fueran con ella y que ella se encargaría de sacarnos del país a nosotros. José se creyó el cuento de hadas de que noventa millas en medio del mar no era nada que en unas horas el estaría allá, que mi mama se moría por tenerlo a su lado y que mi papa lo necesitaba porque tras un infarto que había sufrido necesitaba a sus hijos para salir adelante, MIERDA, PURA MIERDA, pero que José se la creyó. Yo hable con ella por teléfono le dije que eso era peligroso, ella no pareció escuchar, luego vino el momento en que ya ella lo tenia todo amarrado, el tenia que estar en el lugar indicado a la hora prevista, confía en mi le dijo la muy perra. Yo le arrebate el teléfono y le dije; al menos espera a que pase la temporada de ciclones, el tiempo esta muy malo, y ella contesto” tú como siempre temeroso y cobarde”, ya no hablamos mas. José no entendía razones, era tan noble coño que de verdad pensaba que mis padres le necesitaban que si el no iba pasarían mucho trabajo, y además era tan con fiado que no pensó que Marbas estaba equivocada, que sabia ella del mar, o de embarcaciones, ella lo único que sabia era que nuestros padres eran una pesada carga para ella sola, porque ya su marido se había aburrido de ella y la había dejado, ella lo que sabia era que necesitaba al estupido de mi hermano para que mi padre no le reprochara mas que ella les había separado de sus otros hijos, en fin-guardo silencio, se sentó en la cama al lado de Tua y mirándola a los ojos le dijo-El ciclón Alma se lo llevo.

Ella le abrazo, el sollozaba como un niño y aquí no cabían palabras solo unos brazos que en ese maravilloso lenguaje corporal le dijeran estoy aquí, siento lo que tu sientes, tienes toda la razón. Marbas merece la hoguera.

70 Años

  Arribo a la década siete siete escalones del aprendizaje siete mares recorridos siete.   Y setenta son muchos, o quizás son tan pocos porq...