martes, 5 de abril de 2011

PRECIPITADAMENTE

Por favor sea breve, dijo Julián director de la escuela primaria San Sebastian, prestigiosa escuela católica de Altos Cerros, municipio El Escañon, provincia de Adoquín, en este país y sin levantar sus ojos del manuscrito que tenía encima de su escritorio continuó diciendo.
- Por favor sea breve; si viene a decirme que su hijo tiene problemas emocionales producto de la difícil situación que existe en su hogar por el divorcio que atraviesa el matrimonio de sus padres y eso justifica los hechos, según usted, le digo que es inexcusable. Si es que no come bien y sus neuronas están en paro por falta de alimentación, no lo acepto. Si es que los video juegos le atrofian, busque un sicólogo, si cree que las hormonas le están trabajando arduamente, es lamentable por indecoroso. Déjeme explicarle que no aguanto más su actitud y que de acuerdo a las normas, por demás estrictas y categóricas de esta institución y debido a la incidencia constante de la indebida conducta que es, no sólo irrefrenable si no además viola la ética y la moral establecida en una sociedad que se precie de altos valores, que eduque a sus ciudadanos para vivir en plena libertad de derechos, con ética y respeto, acatando las leyes y normas que conforma el bien de la convivencia y el decoro de todos los habitantes. Yo estoy realmente consternado con todo lo sucedido, partiendo de la base de que usted y yo estudiamos en la misma Universidad y de que tanto su familia como la mía poseen una trayectoria de servicio a la nación, de lucha por el bien común , le quiero aclarar que es sumamente doloroso para mi la decisión que he tenido que tomar y con todo respeto le garantizo que, no volverá su hijo a pisar un salón de clases en este plantel, ni tendrá usted una carta de transferencia en la que no aparezcan todos y cada uno de los horrores que su hijo a perpetrado en esta institución. De manera que cuando usted intente matricularle en otro colegio todos, óigame bien, todos sabrán el espécimen que es ese muchacho.
Finalmente Julián empuñando su bolígrafo hacia su visitante, añadió:
- ¿Quedó claro?
- Más que claro señor director, aunque yo sólo venía a preguntarle si deseaba tomar una taza de café, soy el nuevo ayudante de cocina.

70 Años

  Arribo a la década siete siete escalones del aprendizaje siete mares recorridos siete.   Y setenta son muchos, o quizás son tan pocos porq...